La EMV, por la innovación arquitectónica en viviendas con una obra de Lleó y MVRDV

AMDPress.- Colores, texturas y formas se aunan en el nuevo proyecto de los arquitectos holandeses MVRDVy la madrileña Blanca Lleó, un edificio que se puede contemplar en el barrio de Sanchinarro (Madrid) y que se convierten en un “mirador” que pretende “romper la excesiva homogeneidad del trazado previsto por el planteamiento de la zona, que contempla casi la totalidad de las parcelas residenciales” con una configuración de manzana cerrada de 6 plantas.

Esta construcción de 165 metros de altura con un área abierta en la planta duodécima, bajo la denominación de “Edificio Mirador”, se sitúa en la parcela TR-22 y se alza con un planteamiento vertical de manzana de 21 plantas que “emerge como referente para la ciudad y el territorio y que se convierte en “un encuadre y un observatorio del horizonte lejano”, precisaron fuentes del Estudio de Arquitectos Blanca Lleó.

Se trata de una disposición que, al elevarse, permite liberar gran parte del espacio de la parcela en la que se instala, lo que facilita la cesión de una parte del terreno privado en beneficio del uso colectivo, que contribuye a aumentar los espacios públicos de la ciudad, una de las necesidades actuales en la reordenación del espacio urbano, especialmente de las urbes con una gran acumulación de personas como Madrid.

El Edificio “Mirador”, promovido por la Empresa Municipal de Vivienda (EMV) del Ayuntamiento de Madrid y edificado por la compañía constructora Dragados, dispone de 156 viviendas VPT (Viviendas de precio tasado), junto a un gran mirador ubicado a 36 metros del suelo, en el que se ofrece a los vecinos un jardín comunitario y un espacio al aire libre en altura. Con estas premisas, el proyecto pretende “abrir la arquitectura doméstica al entorno de la ciudad nueva, al territorio próximo (los nuevos barrios, las redes de circulación, la sierra de Guadarrama) y el contexto mediático que rodea a estas instalaciones en el barrio madrileño .

Respecto a su estructura, los más de 23.000 metros cuadrados construidos albergan “gran variedad de situaciones y tipos de vivienda” como un planteamiento distinto ante las necesidades previstas por la heterogeneidad e individualidad de los miembros de la sociedad actual y como un medio para “propiciar las relaciones humanas, integrando en un mismo edificio a grupos sociales diversos y modos de vida distintos”.

Más información en la revista Cic Arquitectura y Construcción nº13.