La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA) celebra elcambio de paradigma que sitúa a la economía circular en el centro de las políticas empresariales medioambientales y hace que cada vez más compañías de prestigio internacional estén apostando por materiales más sostenibles, reciclables y con menor impacto ambiental, como el aluminio.
Algunas empresas ya han incluido en sus políticas de sostenibilidad el compromiso de eliminar el PVC y otras sustancias químicas preocupantes. Esta transición responde no solo a la necesidad de reducir el impacto ambiental de sus productos, sino también al cumplimiento de estándares internacionales como el Cradle to Cradle Certified, que promueve el diseño de productos seguros, circulares y responsables.
La asociación considera que el aluminio representa un modelo ejemplar de circularidad. Sostiene que es infinitamente reciclable sin perder sus propiedades y que su uso reduce significativamente las emisiones de CO₂ en comparación con materiales plásticos no reciclables. Además, afirma que el aluminio reciclado requiere solo el 5% de la energía necesaria para producir aluminio primario, lo que lo convierte en un aliado clave para los objetivos globales de descarbonización.
Por todo ello, la AEA apoya firmemente esta evolución del mercado y hace un llamamiento a otras industrias y legisladores para que refuercen el uso de materiales sostenibles, priorizando aquellos que, como el aluminio, combinan durabilidad, reciclabilidad y responsabilidad ambiental.
No obstante, en el ámbito de la construcción, el PVC sigue siendo ampliamente utilizado en ventanas, conducciones, revestimientos y suelos. Sin embargo, la AEA asegura que las conclusiones del informe reciente de la Agencia Europea de Químicos (ECHA), a petición de la Comisión Europea, recomiendan limitar severamente el uso del PVC y sus aditivos más problemáticos, dada su persistencia en el medio ambiente, sus dificultades de reciclaje y la presencia frecuente de sustancias químicas preocupantes como ftalatos, metales pesados y plastificantes, con el riesgo para la salud que esto conlleva.
La AEA sostiene que, mientras empresas líderes avanzan hacia materiales sostenibles y legislaciones como el Reglamento REACH y las iniciativas del Pacto Verde Europeo ponen el foco en la economía circular, el uso extendido del PVC en el sector de la edificación evidencia un desfase normativo que urge corregir.
En este contexto, sostiene que se hace imprescindible una legislación más ambiciosa que fomente alternativas sostenibles y añade: solo así será posible alinear las prácticas del sector con los objetivos europeos de sostenibilidad, salud pública y descarbonización.
Por su parte, el sector de las ventanas, representado por la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de PVC (Asoven), explica que los aditivos ofrecen al PVC una variedad enorme de características y lo convierten en un material muy versátil. De forma general, añade, el PVC se categoriza en PVC rígido y PVC flexible. El PVC rígido se usa para perfiles de ventanas, tuberías, canaletas y regletas, entre otras aplicaciones, mientras que el PVC flexible se encuentra para revestimientos de cables, instrumental médico y recubrimiento de paredes. Una de las principales diferencias es que el PVC rígido no contiene algunos aditivos como plastificantes, incluidos los ftalatos, en su composición, apunta.
El PVC rígido de las ventanas fabricadas en la Unión Europea es seguro para la salud humana, puntualiza. Como todas las sustancias químicas que se comercializan, deben ser aprobadas por el Reglamento REACH, que es considerado el marco regulatorio más estricto a nivel mundial relativo a sustancias químicas.
Con la adquisición, la división Home Comfort casi duplica su tamaño, superando los 25.000 empleados y los 8.000 millones de euros en ventas.
Junto a Austria, Bélgica, Bulgaria, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, el Ejecutivo defiende una propuesta con medidas comerciales en defensa del acero europeo que aseguren la continuidad de este sector.
Esta decisión ha sido adoptada de forma unánime por el pleno de consejeros del pasado 24 de julio: solicitará su nulidad ante el Tribunal Supremo.
El sector de los suelos vinílicos/SPC (Stone Plastic Composite) está en un momento de madurez y diversificación y experimenta una evolución notable.
El uso de este modelo está ampliamente extendido entre servicios de agua y administraciones públicas a nivel nacional.
Lo importante no es solo elegir la solución en vidrio más adecuada para cada necesidad, sino elegir al fabricante de unidad de vidrio aislante que ofrezca calidad, asesoramiento y confianza, como Guardian Glass.
Esta solución ha sido pensada para espacios que requieren adaptabilidad sin renunciar a la estética, integrándose de forma armónica en todo tipo de entornos.
Comentarios