“Los edificios saludables y sostenibles necesitan una climatización bien diseñada”

¿Cuál es el estado actual del sector de la climatización en España? ¿Qué tendencias están marcando su evolución?

“Europa aprieta, pero el sector de la climatización español resiste en 2024”, reza el informe anual de mercado de Afec. El mercado de equipos para instalaciones térmicas y de climatización, imprescindibles para el 60% de sectores esenciales en España, superó obstáculos que las políticas inciertas de la UE han levantado. El mercado total fue plano y las bombas de calor solo bajaron un 5,5% (Alemania -48%; Francia -24%), gracias al tremendo esfuerzo de las empresas fabricantes y los agentes del sector.

Esta ralentización ve ahora vientos a favor. La UE apoya tecnologías renovables y electrificadas como la bomba de calor (para avanzar en la independencia energética). Otras tendencias son el aumento de la demanda de centros de procesamiento de datos (CPD), que requieren climatización de alta precisión, un mayor enfoque a la calidad de aire interior —CAI— con la visión puesta en filtración y ventilación, automatización y control inteligentes, la hibridación de tecnologías y el uso eficiente de renovables y recuperación de energía.

¿Cómo está cambiando la relación entre arquitectura, construcción y climatización? ¿Se trabaja ya de forma verdaderamente integrada?

En obra nueva se avanza hacia un diseño de arquitectura más integrado y transversal —que engloba la estructura constructiva y las instalaciones técnicas— en lugar de hacerlo por capas, impulsado por los objetivos de descarbonización, eficiencia energética y bienestar interior. La climatización y la ventilación con recuperación de calor son parte fundamental en las fases iniciales, en lugar de un elemento añadido al final del proyecto.

Teniendo en cuenta que la rehabilitación ha llegado para quedarse, este cambio de relación exige mejor comunicación entre todos los agentes: relacionarse con 20 sensibilidades distintas de 12 vecinos que comparten un edificio multivivienda es menos fácil que hacerlo con un solar.
Todo esto tendrá que enlazarse con una visión urbana, para evitar dificultades futuras como el mantenimiento desagregado por cada propiedad. La tendencia normativa europea —especialmente con la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD)— refuerza esta necesidad de planificación conjunta e integral, que ya se observa en proyectos públicos, edificios de consumo casi nulo o desarrollos privados alineados con políticas ESG, aunque aún existen barreras como la falta de coordinación real entre equipos, la presión sobre plazos y costes o la escasa formación transversal en algunas áreas.

¿Cuáles son los principales retos técnicos o culturales que dificultan una mejor integración de los sistemas de climatización desde la fase de diseño?

Existen diferencias entre los retos que se encuentran en obra nueva y en rehabilitación. En proyectos de nueva construcción se trabaja desde el inicio de forma colaborativa entre arquitectos, ingenieros, proyectistas e instaladores. Esto permite la compatibilidad entre sistemas pasivos y activos, la hibridación e interoperabilidad de tecnologías, y que los sistemas de climatización se diseñen en consonancia con los espacios y la orientación del edificio, la envolvente térmica, las estrategias pasivas, la posibilidad de ventilación natural para optimizar las necesidades de ventilación mecánica que aseguren la calidad del aire interior o el aprovechamiento de energías renovables como la aerotermia y la geotermia. Sin fragmentación del proyecto y con coordinación temprana, se evita el encarecimiento de una integración funcional a posteriori.

En el caso de renovación de instalaciones térmicas y de climatización, algunos retos están relacionados con la ubicación de las máquinas, la acústica y la estructura y la adecuación de la instalación eléctrica. Cuando se trata de actualizar con bomba de calor, legalizar la instalación puede exigir una ampliación de presupuesto. Por otro lado, la rehabilitación debe realizarse con los criterios apropiados para que el mantenimiento, la regulación y el control de la instalación puedan llevarse a cabo debidamente, para asegurar el funcionamiento, la eficiencia energética, la reducción de emisiones, el ahorro y alargar la vida útil.

Otros retos que afrontar se deben a la necesidad de sensibilizar al usuario, la inercia de rehabilitar con soluciones tradicionales menos eficientes, no renovables o no inteligentes, bien por desconocimiento o por falta de coordinación entre agentes. La falta de formación transversal, que aborde de forma conjunta los aspectos arquitectónicos, energéticos y tecnológicos, dificulta que los profesionales comprendan el edificio como un sistema integrado, en el que el HVAC es parte esencial del desempeño global.

¿Qué papel está jugando la climatización en los nuevos objetivos de eficiencia energética, descarbonización y sostenibilidad del parque edificatorio?

Recordemos dos documentos clave que marcan la hoja de ruta para alcanzar un parque edificatorio descarbonizado y resiliente antes de 2050: la Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética del Sector de la Edificación en España (ERESEE 2020) y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2021-2030).

Según ambos documentos, la edificación representa el 30% del consumo total de energía final en España en residencial y terciario y el 25% de emisiones, principalmente por el uso de combustibles fósiles en calefacción y ACS. Además, el 84% son edificios construidos antes de la entrada en vigor del primer código técnico con requisitos de eficiencia energética y la tasa de rehabilitación energética es de menos del 1% anual, muy por debajo del ritmo necesario para alcanzar los objetivos de descarbonización en 2050.

Por eso, estas dos normativas promueven la sustitución de sistemas térmicos ineficientes por soluciones más limpias y renovables, en las que el sector HVAC tiene una responsabilidad directa.
La climatización ya no es simplemente sinónimo de confort: es un eje transversal de la estrategia de sostenibilidad del parque edificatorio existente, convirtiéndose en un vector estratégico para alcanzar los objetivos de eficiencia, descarbonización, confort y salud.

Tecnologías como las bombas de calor, la ventilación con recuperación de calor o los sistemas de gestión inteligente de las instalaciones técnicas permiten mejorar de forma significativa el rendimiento energético de los edificios existentes, optimizando el consumo, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y mejorando el confort y la calidad del aire interior.

Las bombas de calor, los equipos híbridos y los sistemas inteligentes están ganando protagonismo: ¿es ya una realidad consolidada?

La bomba de calor es una realidad, una tecnología en clara expansión y protagonista indiscutible en la descarbonización de cara a 2050.

Partiendo de que todas las tecnologías disponibles, no basadas en combustibles fósiles y que reduzcan emisiones, son necesarias, es crucial seleccionar las más adecuadas para cada uso, que aseguren disponibilidad, eficiencia, sostenibilidad y viabilidad económica en escenarios futuros. En este sentido, según se deduce de nuestro informe ‘Comparación de eficiencia energética de sistemas de calefacción residencial’, las bombas de calor son simultáneamente la tecnología más eficiente en el uso de la energía, la de menos emisiones de CO2 y la de menor coste operativo.

La penetración de mercado de la aerotermia y la geotermia ha aumentado considerablemente en los últimos años. Contribuyen directamente al uso de renovables y al autoconsumo —las bombas de calor cumplen todos los criterios de autoconsumo de otras tecnologías como la fotovoltaica—, e irán cobrando mayor peso, con el impulso del marco normativo europeo, los objetivos climáticos nacionales, los programas de ayudas y la creciente concienciación sobre eficiencia energética.
La consolidación definitiva de las bombas de calor llegará: no es una carrera de velocidad, sino de fondo.

Por otro lado, la hibridación, como aerotermia con solar, es una respuesta consistente con la realidad edificatoria.

En cuanto a los sistemas inteligentes, imprescindibles para la eficiencia operativa, como BACS (sistemas de automatización y control de los edificios), monitorización, regulación, IA aplicada al sector HVAC, etc., permiten optimizar el rendimiento energético en tiempo real, mejorar el confort y reducir costes. Su adopción está creciendo en nueva construcción y en terciario en rehabilitación, y se avanza para su consolidación en términos de interoperabilidad entre dispositivos y plataformas, concienciación de usuarios, cultura de mantenimiento preventivo y análisis de datos y cálculo del retorno de inversión en residencial.

En el ámbito de la rehabilitación energética, ¿estamos aprovechando el verdadero potencial de la climatización? ¿Qué barreras existen?

La climatización es aún una pieza infrautilizada en los proyectos de rehabilitación energética. El sector HVAC ofrece soluciones como las bombas de calor, la ventilación con recuperación de calor o los sistemas de regulación y control, que podrían mejorar significativamente la eficiencia, la salud y el confort en edificios existentes.

Sin embargo, persisten barreras como la falta de visión integral —muchas actuaciones se centran únicamente en medidas pasivas—, el desconocimiento de las ventajas de estas tecnologías, la complejidad técnica para su instalación en edificios antiguos, la escasez de técnicos competentes o el laberinto de los programas de ayudas. Es fundamental reforzar la formación, la coordinación entre agentes, el acompañamiento a los usuarios y el diseño de incentivos que contemplen estas tecnologías como eje estratégico.

Otras barreras tienen que ver con variables económicas, como el bajo precio del gas subvencionado, que dificulta los cálculos de retorno de inversión clásicos y las decisiones basadas en coste de inversión, en lugar de evolucionar hacia modelos de negocio basados en ahorros futuros; o la aplicación de criterios obsoletos para la electricidad, como, por ejemplo, el cálculo del factor de energía primaria, que no tiene en cuenta el mix actual de renovables.

Confiemos en que el Plan de Renovación Nacional que está desarrollando el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, como parte de la transposición de la EPBD, el impulso de los certificados de ahorro energético (CAE), una esperada revisión del factor de energía primaria a valores más realistas y cercanos al cero y nuevas iniciativas de financiación sean catalizadores para derribar esas barreras.

¿Qué importancia tienen hoy los sistemas de control, automatización y conectividad en los proyectos? ¿Se perciben como valor añadido o como un extra?

Aunque son imprescindibles en el diseño eficiente de un edificio, a veces se consideran un extra. Seguimos con esa cultura de valorar solo el coste inicial y no el operativo.

Optimizan el consumo de los sistemas HVAC en tiempo real, adaptando el funcionamiento al uso y ocupación del edificio en cada momento; mejoran la CAI y facilitan el mantenimiento predictivo.

En terciario se perciben más como valor añadido y se integran de inicio en los proyectos. Pero en residencial, por lo general, siguen viéndose como opcionales. Es necesaria una mayor divulgación sobre su impacto positivo en consumo, confort, salud y sostenibilidad para modificar dicha percepción.

¿Cómo está el sector en términos de formación y talento técnico? ¿Existe una brecha entre lo que se diseña y lo que realmente se instala?

En general, se cree que existe una brecha preocupante entre el diseño y la ejecución en obra. Pero no solo se debe a cuestiones de formación y cualificación, también se atribuye a decisiones sesgadas a pie de obra por motivos de urgencias, prisas, permisos, disponibilidad de material, compromisos comerciales, etc.

Desde hace tiempo, la mayoría de las organizaciones sectoriales denunciamos un déficit de técnicos cualificados, tanto en instalación como en mantenimiento, lo que compromete la correcta puesta en marcha y el rendimiento real de los sistemas. Esta situación se agrava en la rehabilitación, donde las soluciones requieren criterios técnicos más complejos. 

Es prioritario impulsar la formación profesional, la recualificación de perfiles y la colaboración entre empresas, centros de formación y administraciones para garantizar que la innovación técnica se traduzca en soluciones instaladas de forma correcta y duradera. Los fabricantes contribuyen notablemente en la formación (no reglada) del canal, para lo cual invierten muchos recursos.

Por otro lado, es importante fomentar una correcta entrega y puesta en marcha de las instalaciones del edificio (nuevas o renovadas) para asegurar que lo proyectado se ha ejecutado, instalado, automatizado y regulado correctamente.

¿Cómo imagina Afec el papel del sector de la climatización en la construcción del futuro?

En el futuro ideal —ojalá casi presente— la climatización y la generación térmica son reconocidas como grandes protagonistas de la transición energética y esenciales para garantizar el confort, la salud y la eficiencia de los edificios, y se integran plenamente en el diseño arquitectónico.

La climatización del futuro será digital, conectada y sostenible, combinando tecnologías limpias y eficientes, con un papel clave en la descarbonización de las ciudades. En este escenario, las soluciones HVAC no serán elementos secundarios, sino motores activos de cumplimiento normativo, ahorro energético, inteligencia edificatoria y mejora de la calidad del aire interior. La construcción futura, saludable, climáticamente neutra y sostenible, pasará necesariamente por un rediseño profundo de cómo concebimos, instalamos y gestionamos la climatización y la producción de agua caliente, con soluciones que minimicen el uso de energía, promuevan el confort térmico adaptativo y mejoren la calidad del aire interior.

¿Qué mensaje clave le trasladaría a arquitectos, ingenieros y promotores sobre el valor estratégico de la climatización en sus proyectos?

La climatización no es coste, es inversión estratégica para que esos proyectos se revaloricen y formen parte de la transición justa hacia un futuro medioambiental, social y económicamente sostenible. Apostar por soluciones HVAC eficientes desde el diseño es lo que marca la diferencia: lo que no se planifica, no se puede medir para luego mejorar.

Arquitectos, ingenieros y promotores tienen en sus manos un elemento vertebrador de la salud, el confort, la eficiencia, la sostenibilidad y el valor de los proyectos. Los sistemas térmicos y de climatización construyen el puente que une el diseño energético con el arquitectónico.

Nuestros fabricantes siguen invirtiendo en I+D y en el progreso tecnológico. Desde Afec apoyamos esta visión holística y de integración temprana de nuestras soluciones activas, combinadas con otras tecnologías y con medidas pasivas, adaptadas al contexto climático y al uso del edificio. Por ejemplo, uno de nuestros lemas es ‘Control inteligente, climatización eficiente’, porque las tecnologías HVAC eficientes y bien gestionadas son condición sine qua non para que los edificios cuiden a las personas y al planeta.
 

Este artículo aparece publicado en el nº 602 de CIC, págs. 48 a 51.