En los últimos años, la construcción ha demostrado tener una alta capacidad de adaptación, siendo la edificación resiliente un ejemplo de cómo la innovación puede evolucionar un sector en constante cambio.
La tecnología aplicada a los procesos constructivos se ha convertido en una herramienta fundamental para el desarrollo de los proyectos, que en ocasiones viene de la mano de Lean Construction, un modelo de trabajo cada vez más implantado en el sector, que permite mejorar la productividad y la competitividad de las empresas de construcción en el momento de gestionar las obras, haciendo que los integrantes del proyecto trabajen de una manera colaborativa.
Pese a un crecimiento significativo de esta metodología, que comenzó a implantarse en España en 2010, tras la crisis de 2008, son todavía bastantes las compañías que se muestran reticentes al cambio y a asumir como propio este modelo de trabajo en equipo.
Según una encuesta realizada por el Clúster de la Edificación, en concreto por el Grupo de Trabajo de Lean Construction (Arpada, Bosch, Universidad Politécnica de Madrid, Think Productivity y Culmia), a 166 agentes intervinientes en el proceso constructivo, el 64,5% de los encuestados reconoce tener un conocimiento muy somero de Lean Construction.
“La industria de la construcción ha sido tradicionalmente resistente al cambio, aferrándose a métodos y prácticas tradicionales. Esto puede dificultar la adopción de nuevas metodologías como Lean Construction, ya que implica una ruptura con los enfoques convencionales y una mayor apertura a la innovación”, afirma Fernando Cerveró, líder del grupo de trabajo de Lean Construction del Clúster de la Edificación y director de Think Productivity. “Asimismo -añade-, existe la percepción errónea de que implementar Lean implica costes adicionales o inversiones significativas. La falta de comprensión sobre cómo esta metodología puede conducir a una mayor eficiencia y reducción de costes a largo plazo puede generar desinterés o desconocimiento por parte de los agentes intervinientes”.
Sin embargo, un 74% de los agentes consultados considera necesario profundizar en esta metodología, frente a un 21% que dice que “tal vez” y un 5%, que piensa que no es prioritario. Asimismo, un 70,3% de los profesionales encuestados cree que ayuda en la mejora de los procesos; un 67,3 %, en el cumplimiento de los plazos; y un 46,5% en la reducción y el control de los costes.
Para superar la falta de información y ampliar el conocimiento sobre esta filosofía, el grupo de trabajo de Lean Construction del Clúster de la Edificación ha editado un entregable que pretende ser un punto de reflexión abierto al debate sobre el estado de implementación de la metodología en España.
Uno de los objetivos de este documento de trabajo es dar a conocer las ventajas que tiene en el proceso constructivo. Entre ellas, la identificación y reducción de desperdicios, que incluye actividades que no añaden valor, como la sobreproducción, el transporte innecesario, los inventarios excesivos, el tiempo, los procesos defectuosos y el exceso de procesamiento. “Al eliminar estos desperdicios, se mejora la eficiencia y se reducen los costes”, dice Cerveró.
También Lean promueve la eliminación de actividades innecesarias y la optimización de los flujos de trabajo; esto permite una mejora en la productividad, ya que se eliminan las tareas redundantes, se minimizan los tiempos de espera y se optimiza la secuencia de las actividades. Como resultado, se puede lograr una mayor producción en menos tiempo.
Dado que esta metodología se enfoca en la detección y eliminación de defectos en el proceso constructivo, al fomentar la mejora continua y la detección temprana de problemas, también se puede mejorar la calidad del trabajo realizado. “Esto incluye la reducción de retrabajos, la mejora de los estándares de calidad y la satisfacción del cliente al entregar un producto final de alta calidad”, explica Fernando Cerveró.
Asimismo, promueve la colaboración y la participación activa de todas las partes involucradas en el proceso constructivo. Según Cerveró, “con este fomento de la comunicación abierta, el intercambio de conocimientos y la toma de decisiones conjuntas, se genera un ambiente de trabajo colaborativo que mejora la eficacia y la eficiencia en la ejecución de tareas”.
En este entregable también se analiza la importante interrelación de Lean con la digitalización, la industrialización, el BIM, los contratos colaborativos y la sostenibilidad, en su aplicación tanto en obra nueva como en rehabilitación.
La encuesta plantea a los encuestados cómo acelerar el Lean en el sector: un 84% piensa que es necesario fomentar el cambio cultural de los agentes; un 59% cree que hay que pasar del sistema tradicional de diseño-licitación a un proceso colaborativo; un 42% considera que es fundamental realizar una mayor difusión y más formación; y un 34% argumenta que es prioritario conocer mejor los procesos internos.
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