Recuperar en el año 2020 un nivel de producción anual estable -y adecuado a las características y necesidades de España- de 30 millones de toneladas de cemento es el ambicioso objetivo que se ha propuesto la Agrupación de fabricantes de cemento de España, Oficemen, acelerando con ello el proceso de crecimiento del sector una década, que es el tiempo que la agrupación calcula que España tardaría en obtener niveles de consumo razonables y sostenibles, de seguir con el ritmo actual y sin tomar medidas especiales al respecto.
“Con el plan que presentamos pretendemos acelerar el proceso de recuperación y favorecer las políticas de industrialización, de manera que alcancemos el nivel de consumo razonable de 30 millones de toneladas de cemento en 2020 en vez de en 2030”, explicó ayer, 26 de noviembre, el presidente de Oficemen, Jaime Ruiz de Haro. Esto supone, en la práctica, duplicar los niveles de consumo actuales, al tiempo que permitirá mantener el liderazgo exportador del sector.
Con el nombre de Crecimenta 20·30 (como suma de las palabras “crecimiento” y “cimentar”), el plan presentado por Oficemen en la sede de la CEOE recoge un total de 25 medidas con las que se pretende impulsar la recuperación económica, incrementar la competitividad internacional, promover la independencia energética y generar empleo, todo ello ayudando además a la reducción del gasto público y, en definitiva, aportando valor añadido al conjunto de la sociedad. Cabe destacar que el análisis de los parámetros utilizados en la elaboración del plan “se ha desarrollado en línea con las previsiones de crecimiento proyectadas por el Gobierno y otros organismos internacionales”, aclaró Ruiz de Haro.
El plan presentado por Oficemen recoge un total de 25 medidas con las que se pretende impulsar la recuperación económica, incrementar la competitividad internacional, promover la independencia energética y generar empleo
Según los cálculos efectuados por la Agrupación de fabricantes de cemento de España, las propuestas de Crecimenta 20·30 contribuirían, en último extremo, a la creación de casi 7.000 empleos, al incremento del valor añadido bruto a la economía en más de 1.400 millones de euros anuales, al ahorro de 35 millones de euros al año en el mantenimiento de las carreteras, o a evitar pérdidas en la red de distribución de agua de hasta 22 millones de m3 anuales, entre otros. “El plan está pensado para dinamizar el sector cementero español, pero a la vez está alineado con los objetivos e intereses de la economía española en general; todas las propuestas están enfocadas hacia una triple vertiente: mejora económica, mejora social y mejora ambiental”, afirmó Antonio Baena, director de g-advisory, consultora del Grupo Garrigues que ha realizado el estudio.
Desde CEOE, su secretaria general, Ana Plaza, que fue la encargada de presentar el acto, indicó que “apostamos por el peso de la industria y de la economía real. Ahora que hemos iniciado la senda de la recuperación, necesitamos reformas y ajustes para consolidarla, lo que pasa por propuestas concretas. Planes como éste son, por tanto, muy necesarios”.
Demanda y competitividad
Las medidas propuestas en el plan están basadas en dos ejes: dinamización de la demanda e incremento de la competitividad internacional. Por lo que respecta a la demanda, Crecimenta 20·30 plantea medidas basadas en la incorporación del hormigón a la construcción y rehabilitación de carreteras, vías ferroviarias, vías urbanas, edificación, infraestructuras del ciclo integral del agua y de gestión de residuos, entre otras.
Respecto a la competitividad internacional, el plan aboga por la reformulación de las tarifas de acceso eléctricas y del mecanismo de interrumpibilidad; el incremento de las bonificaciones asociadas al conjunto de las tasas portuarias; el apoyo a la utilización de residuos para su uso como combustible alternativo y materia prima sustitutiva en cementeras, evitando su depósito en vertederos; la flexibilización de los objetivos de reducción de CO2 marcados por Europa, y la reducción de los trámites administrativos en la cadena de valor del sector cementero. Otra de las claves fundamentales de Crecimenta 20·30 pasa por potenciar la I+D+i, con el objetivo de incrementar la gama de productos puesta en el mercado con soluciones ad hoc para cada tipo de obra, al tiempo que se reducen las emisiones y los costes de producción.
Por su parte, el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, destacó los últimos datos facilitados por la Comisión Europea que sitúan España a la cabeza de las infraestructuras ferroviarias y añadió que “debemos mantener un ritmo de inversiones que nos permita seguir en esta posición”. Respecto a la utilización de pavimentos de hormigón en otras infraestructuras viarias, afirmó que “esperamos poderlos aplicar en nuevos tramos, ya que su durabilidad y reducido mantenimiento garantizan la rentabilidad futura de esas infraestructuras”.
Finalmente, la secretaria general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Begoña Cristeto, afirmó que Crecimenta 20·30 “es un plan sólido que estamos seguros va a conseguir la dinamización del sector y que se cumplan los retos. Con el apoyo de la Administración, conseguiremos que se alcance la producción objetivo del plan y, a escala internacional, impulsar los factores necesarios para permitir a la industria cementera competir en igualdad de condiciones”.
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