El Consejo de Gobierno Vasco aprobó el pasado 7 de julio de 2106 la nueva Estrategia Vasca de la Energía 2030, con la que Euskadi se plantea alcanzar en el período 2016-2030 un nivel de ahorro del 17%, con un papel ejemplarizante de la administración pública vasca en sus edificios.
Entre los principales objetivos figura duplicar el uso de las renovables, así como reducir el consumo de derivados del petróleo un 18%, respecto al año 2015. Asimismo, las actuaciones permitirían mejorar un 33% la intensidad del consumo energético, contribuir a la mitigación del cambio climático y fomentar el desarrollo tecnológico-energético. Las inversiones necesarias en 15 años alcanzarían los 4.930 M€.
Evaluación ambiental y proceso de consulta pública
Dentro del diseño de la nueva Estrategia, ésta ha sido sometida al procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica de los planes y programas descritos en el Decreto 211/2012 y en la Ley 21/2013, con el fin de integrar los aspectos ambientales en el proceso de su elaboración.
Este proceso ha sido llevado a cabo en varias fases. En una primera fase de consultas previas, iniciado en marzo de 2015, se requirió opinión de las administraciones públicas afectadas y organismos interesados sobre los criterios a tener en cuenta para la elaboración del plan. Con estas premisas se elaboró el documento de la Estrategia, acompañado del Estudio Ambiental Estratégico, que en una segunda fase fue sometido a información pública en enero de 2016. Tras los análisis realizados y la incorporación de alegaciones, todos los documentos fueron remitidos a finales de abril de 2016 al órgano ambiental para su valoración y declaración ambiental.
Visión estratégica de futuro
La orientación a largo plazo de la Estrategia energética de Euskadi conlleva avanzar en un sistema energético basado en la progresiva evolución del modelo socioeconómico vasco -en especial en lo referido a la industria, los edificios y el transporte-, hacia un nuevo modelo menos intensivo, de menor consumo de combustibles fósiles, orientado a la incorporación progresiva de las energías renovables, con el gas natural como energía de transición, y la energía eléctrica como principal vector energético.
El sistema energético vasco debe contribuir a los objetivos de la Estrategia Vasca de Cambio Climático 2050, que se pueden resumir en reducir las emisiones de GEIs de Euskadi en al menos un 40% a 2030 y un 80% a 2050, respecto al año 2005; y alcanzar en el año 2050 un consumo de energías renovables del 40% sobre el consumo final.
Para ello, Euskadi debe progresar y mejorar su política de ahorro y eficiencia energética iniciada hace 35 años, y cuyos resultados han permitido reducir los niveles de intensidad del consumo energético de forma importante, si bien deben intensificarse los esfuerzos en los sectores más difusos como edificios y transporte.
Por otra parte, habiendo prácticamente eliminado el carbón del mix energético vasco, y después de lograr reducir en Euskadi en gran medida la dependencia del petróleo en los sectores consumidores tradicionales como industria, edificios y generación eléctrica, el objetivo de “consumo cero de petróleo para usos energéticos en el 2050” requiere fundamentalmente un decidido cambio estructural en el sistema de transporte. Y a más largo plazo, para alcanzar los objetivos planteados, será necesaria la desvinculación total de los combustibles fósiles y emisiones netas cero de gases de efecto invernadero, con las energías renovables como principal fuente de suministro energético.
Objetivos de la Estrategia Energética de Euskadi 2030
1. Alcanzar un ahorro de energía primaria de 1.250.000 tep año entre 2016-2030, lo que equivaldría al 17% de ahorro en 2030. Esto supondría mejorar la intensidad energética un 33% en el periodo.
2. Potenciar el uso de las energías renovables un 126% para alcanzar en el año 2030 los 966.000 tep de aprovechamiento, lo que significaría alcanzar una cuota de renovables en consumo final del 21%.
3. Promover un compromiso ejemplar de la administración pública vasca que permita reducir el consumo energético en sus instalaciones en un 25% en 10 años, que se implanten instalaciones de aprovechamiento de energías renovables en el 25% de sus edificios y que además incorporen vehículos alternativos en el parque móvil y en flotas de servicio público.
4. Alcanzar una cuota del 25% de energías alternativas en el transporte por carretera, incidiendo en la progresiva desvinculación del petróleo y la utilización de vehículos más sostenibles.
5. Aumentar la participación de la cogeneración y las renovables para generación eléctrica de forma que pasen del 20% en el año 2015 al 40% en el 2030.
6. Potenciar la competitividad de la red de empresas, centros tecnológicos y agentes científicos vascos, impulsando nueve áreas prioritarias de investigación, desarrollo tecnológico e industrial en el campo energético, en línea con la estrategia RIS3 de especialización inteligente de Euskadi.
7. Contribuir a la mitigación del cambio climático mediante la reducción de 3 Mt anuales de gases de efecto invernadero debido a las medidas energéticas, lo que supone la reducción de un 35% de las emisiones GEIs energéticas en relación a las del año 2005.
Inversiones
Para la consecución de los objetivos energéticos planteados se deben promover unas inversiones en el conjunto de sectores de 4.930 M€ en el período 2016-2030. Por áreas, destacan las inversiones a realizar en eficiencia energética (45%) y en renovables (50%). Las inversiones de la Administración vasca serían 920 M€.
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