Fomentar el uso de materiales sostenibles en la edificación, aportando importantes mejoras en la eficiencia energética y una reducción en el impacto ambiental, con rendimiento y eficacia comprobada, es el principal objetivo del proyecto de investigación europeo Isobio que, con un presupuesto de 6,3 millones de euros, ha empezado este pasado mes de febrero y tendrá una duración de cuatro años.
Según explican desde la empresa ProGetic, como miembro participante en esta investigación, agregados de origen biológico como la paja, arcilla, trigo o pastos combinados con materiales aglutinantes innovadores “podrían ser la clave de un proceso más sostenible de la construcción y aportar mejoras sustanciales en la eficiencia energética para todo tipo de edificios, desde viviendas unifamiliares, al sector terciario o edificación pública”.
El proyecto Isobio desarrollará estos materiales de construcción sostenibles para permitir la demostración a nivel de prototipo en un entorno realista. El objetivo es lograr una reducción del 50% en la energía incorporada y las emisiones de CO2 a nivel de componente y una mejora del 20% en las propiedades de aislamiento térmico respecto a los materiales convencionales. “Demostrando que lo que es bueno para el medio ambiente también puede ser bueno para la economía, el proyecto tratará de reducir en un 15% los costes de producción y en un 5% el consumo de energía de un edificio durante su vida útil”, subrayan fuentes de ProGetic.
Isobio se desarrollará en cuatro fases significativas: las dos primeras se centrarán en la concepción y desarrollo de los materiales, pasando de la idea a la aplicación, haciendo una suave transición desde el laboratorio a la escala de demostración y prototipo, lo que facilita a la industria la explotación de los resultados en clave de fabricación de los nuevos materiales, y la adopción de éstos por los diferentes gremios de la construcción, instituciones, empresas constructoras y arquitectos.
La mezcla de empresas y expertos que trabajan en pro de estos objetivos es un consorcio de 12 socios de toda Europa. Liderado por los expertos independientes en tecnología e investigación, TWI, e incluyendo socios de Francia, España, Alemania, Noruega, Reino Unido y Bélgica, el proyecto está financiado por la Executive Agency for Small and Medium-sized enterprises (Easme) y forma parte del programa europeo Horizon 2020, bajo una convocatoria específica para mejorar la eficiencia energética y reducir la energía incorporada a través de todo el ciclo de vida de un edificio.
Los usuarios reciben informes detallados en solo 48 horas, ahorrando tiempo y costes asociados a desplazamientos, lo que les permitirá estudiar más proyectos así como reducir los riesgos de trabajo en altura.
La empresa abarca desde la sensorización predictiva y el autodiagnóstico de anomalías, hasta la integración con herramientas BIM o Presto para el diseño y control económico de proyectos.
En cuanto a la actividad de rehabilitación residencial, se puede apreciar un ritmo de crecimiento anual del 27,3%, lo que constituye el mayor dato de un primer trimestre de toda la serie histórica (desde 1991).
Además, la planta de reciclaje de la empresa en Diskmuide (Bélgica) está certificada bajo la Certificación del Proceso de Reciclaje RecyClass.
Esta operación se enmarca en el plan de expansión de la compañía, que busca reforzar su capacidad productiva, logística y operativa.
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