Los edificios actuales dependen de procesos manuales para la seguridad física que no pueden mantenerse al día frente a multitud de amenazas como robos, riesgos ambientales o desastres naturales. Y, a medida que dependen más de dispositivos, sensores y sistemas conectados, también se vuelven más vulnerables a ciberataques capaces de comprometer su funcionalidad, integridad y datos.
“Tanto en el caso de la seguridad física como de la cibernética, los edificios tienen una alta dependencia en la operativa humana”, apunta Greg Parker, vicepresidente de innovación y gestión de producto en Johnson Controls. “El edificio inteligente del futuro automatizará la seguridad física para mejorar la protección de los ocupantes, brindándoles tranquilidad y libertad de movimiento. Y también la ciberseguridad, que estará basada en procesos autónomos gestionados por Inteligencia Artificial”, añade.
Administrar y monitorizar la infraestructura de seguridad constituye un desafío por diversas razones. Según un reciente estudio de Johnson Controls elaborado por Forrester Consulting sobre el futuro de los edificios inteligentes, la seguridad física y de datos todavía existe en muchos casos en silos, de forma que las organizaciones necesitan ayuda con la monitorización continua de los sistemas.
Los responsables de la toma de decisiones de seguridad también tienen dificultades para recibir información útil. Casi dos tercios no pueden obtener datos de todos los sistemas necesarios para un contexto completo de las amenazas. Así, al 63% de los consultados les cuesta verificar el tiempo de actividad y el estado de los sistemas de videovigilancia o control de acceso, mientras el 58% carecen de visibilidad 24x7 de todos los sistemas del edificio.
“La seguridad física está evolucionando para centrarse menos en la ciencia forense y más en predecir y prevenir incidentes con información procesable en tiempo real proporcionada a través de IA y análisis. El objetivo es mejorar la eficiencia reduciendo los tiempos de respuesta a las alertas de seguridad y minimizando las falsas alarmas”, continúa el responsable de Johnson Controls.
La seguridad automatizada se extenderá más allá de las cuatro paredes del edificio, incorporando datos externos como el clima, el tráfico, las redes sociales y transmisiones de emergencia. Un edificio inteligente equipado con IA puede entonces adaptar las condiciones interiores del edificio y notificar a los ocupantes en función de lo que sucede en el exterior.
Los edificios inteligentes están cada vez más conectados, y cada nuevo sensor y dispositivo agregado a la red podría generar una vulnerabilidad potencial. Las amenazas cibernéticas continúan volviéndose más avanzadas, por lo que la piedra angular de la ciberseguridad de los edificios inteligentes es el marco de confianza cero, con un control de acceso granular basado en personas, sistemas, dispositivos, función, ubicación, tiempo y otros factores.
En este entorno ‘zero trust’, las comunicaciones de la red se autentican y monitorizan continuamente en todo el ecosistema tecnológico. Esta protección se extiende a toda la tecnología del edificio, incluyendo sistemas críticos como cámaras de vigilancia, sistemas de climatización y todos los sensores. Los dispositivos perimetrales, incluyendo los controladores HVAC, son cada vez más interoperables y están equipados con funciones de ciberseguridad para proteger y lograr un verdadero edificio inteligente.
El sector de la construcción en Europa comienza a dejar atrás dos años negativos, aunque la recuperación será leve y desigual entre países.
El evento ha tenido por título ‘Hacia una industria descarbonizada y competitiva: estrategias y oportunidades para la Comunitat Valenciana. Caso práctico: Industria cerámica en Castellón’.
El presidente de FAMO, Marco Ferrero, ya ha adelantado las fechas de la siguiente convocatoria: 27 y 28 de mayo de 2026.
Andimac recuerda que la ley de morosidad establece un plazo máximo de pago de 60 días y considera que incumplir la normativa es un abuso que subvierte las reglas del mercado y castiga a quienes sí cumplen la ley.
La accesibilidad es un derecho universal, no es una necesidad solo de las personas con discapacidad o de mayor edad: una de las conclusiones principales del desayuno-coloquio titulado ‘Construyendo Accesibilidad’.
El aislamiento acústico es clave para garantizar la salud, el confort y la privacidad en los edificios. En este texto, se exponen los principios básicos que todo técnico debe conocer, desde el diseño inicial hasta la ejecución y verificación final en obra.
Desde BCA asumieron el reto de rehabilitar el edificio Estel, un edificio icónico de la ciudad de Barcelona, y adaptarlo a las nuevas formas de trabajo, respetando, al mismo tiempo, sus características originales.
En palabras del propio equipo, “cumplir 100 años es más que una celebración: es un testamento de confianza construido a lo largo de generaciones”.
El 65% de los expositores inscritos hasta la fecha procede del extranjero. Además de Alemania y China, destacan como países expositores España, Francia, Italia y el Reino Unido.
Comentarios