Uno de los aspectos que mayor interés tiene para una empresa cerámica es generar la mínima cantidad de polvo cuando manipula materiales pulverulentos porque, además de los costes por la pérdida del material, puede ocasionar problemas ambientales y de salud laboral. A pesar de esta preocupación, la capacidad de emitir polvo de un material se solía establecer por criterios de experiencia, pero no existía una clasificación aceptada entre suministradores, proveedores y usuarios.
Teniendo en cuenta la necesidad de una norma internacional que permita clasificar los materiales según su capacidad de emitir polvo, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) ha puesto en marcha un nuevo método “de caída continúa”, propuesto en la norma UNE-EN 15051 (“Atmósferas en los lugares de trabajo. Medición del estado pulverulento de los materiales a granel. Requisitos y métodos de ensayo de referencia”).
Este método permite no solo cuantificar el poder de emisión de polvo de los materiales pulverulentos y realizar una clasificación de los materiales en diferentes categorías, establecidas en la citada norma, sino que además permite cuantificar la variación del poder de emisión de los materiales al cambiar ciertas condiciones como la humedad, por ejemplo, haciendo posible conocer de antemano las precauciones que se deben tomar para reducir al máximo la exposición al polvo generado.
Los resultados tienen la ventaja de que están normalizados y aceptados a nivel internacional, por lo que las empresas y usuarios pueden utilizarlos como referencia para establecer las normas de prevención en temas de medio ambiente y salud laboral, y transmitirlas a los usuarios de estos materiales a través de fichas de datos de seguridad.
Desde el ITC destacan que este método está especialmente indicado para las empresas que comercializan materiales pulverulentos, como procesadores de materias primas y fabricantes de pigmentos, fritas, esmaltes y polvo atomizado.
“En general, la evolución del consumo de cemento está siendo la más positiva de los últimos cinco años analizados, una tendencia que esperamos se mantenga en el segundo semestre del año”, indica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
Los usuarios reciben informes detallados en solo 48 horas, ahorrando tiempo y costes asociados a desplazamientos, lo que les permitirá estudiar más proyectos así como reducir los riesgos de trabajo en altura.
La empresa abarca desde la sensorización predictiva y el autodiagnóstico de anomalías, hasta la integración con herramientas BIM o Presto para el diseño y control económico de proyectos.
Ante un endurecimiento normativo y la creciente exigencia de sostenibilidad en la edificación, el pavimento de madera emerge como la apuesta dual que une eficiencia energética y compromiso medioambiental.
El impulso a la rehabilitación energética avanza, pero sigue sin alcanzar a quienes más lo necesitan. La oportunidad de transformar el parque edificado en clave social y ambiental exige una planificación precisa, visión a largo plazo y una acción coordinada desde lo local.
En cuanto a la actividad de rehabilitación residencial, se puede apreciar un ritmo de crecimiento anual del 27,3%, lo que constituye el mayor dato de un primer trimestre de toda la serie histórica (desde 1991).
Además, la planta de reciclaje de la empresa en Diskmuide (Bélgica) está certificada bajo la Certificación del Proceso de Reciclaje RecyClass.
Esta operación se enmarca en el plan de expansión de la compañía, que busca reforzar su capacidad productiva, logística y operativa.
En este artículo sobre pavimentos de madera, exploramos brevemente sus características técnicas, sin perder de vista su valor estético, su arraigo histórico y su papel en una construcción más sostenible.
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