Tras la concatenación de las diferentes olas de la pandemia en España y doblegada ya más de una curva, existe un debate constante sobre cuándo y de qué manera se producirá el gran retorno a la oficina. Y se habla, y mucho, sobre los efectos que tendrá la vacuna, los futuros antivirales que están por llegar, el contagio de rebaño…, obviando, o situando en un segundo lugar, una de las principales certezas de quienes desde hace décadas llevamos apostando por garantizar la salud en el interior de edificios: la importancia de la calidad del aire.
Tras prácticamente un año de la llegada del coronavirus, la realidad general a la que se enfrenta el mundo es a la incertidumbre. Una incertidumbre que lo abarca todo, que se contagia al ritmo que lo hace el virus y que, como el mismo Covid-19, amenaza con aniquilar buena parte de nuestras costumbres. Y tiene opciones de hacerlo si, efectivamente, no decidimos contrarrestar esta incertidumbre por medio de la gestión, al menos, de las pocas certezas que tenemos.
Desgraciadamente, ha tenido que llegar una pandemia para que muchos entiendan la importancia que tiene el aire que respiramos
La aerosolización del Covid-19 es una clara certeza. En los últimos meses se ha confirmado como un muy importante vector de transmisión..., “ergo” resulta esencial que se eleve el nivel de preparación de los edificios de oficinas. Y no solamente por medio de la reducción de los aforos y la densificación, pues como ya han demostrado los investigadores de la Universidad de Hong Kong esta medida no sirve de nada si, de manera paralela, no se introducen sistemas de ventilación, filtrado, purificación y monitorización del aire que mejoren su calidad.
Desgraciadamente, ha tenido que llegar una pandemia para que muchos entiendan la importancia que tiene el aire que respiramos y la relevancia de que sea aire limpio. Y de la misma manera que en los espacios exteriores ya nos hemos acostumbrado al uso de mascarillas como herramienta preventiva de filtración, disponer de sistemas de climatización y ventilación eficientes debería ser una autoexigencia para cualquier empresa que se sienta comprometida con la posible erradicación de la transmisión del SARS-CoV-2 en sus edificios de oficinas.
Es hora de entender que una adecuada calidad de aire es un elemento preventivo en general
Al menos, como punto de partida, porque la segunda certeza, que también ahora empezamos a interiorizar con el cambio de cepas y los recuerdos de amenazas pasadas -hasta seis pandemias en los últimos 17 años- (SARS-CoV-2, SARS-CoV-1, MERS, Gripe Aviar, Zika y Ébola), es que situaciones como la provocada por el Covid-19 no son episodios aislados.
En este contexto, la sostenibilidad del mercado de oficinas en un futuro en el que las situaciones de pandemia no son una probabilidad remota vendrá muy determinada por las garantías y confianza que en materia de salud y seguridad puedan proyectar los inmuebles de oficinas. Para ello, es clave conseguir que inquilinos y sus trabajadores confíen en que los edificios que ocupan son una barrera efectiva contra este tipo de situaciones, en los que se dificulta el contagio.
Todos los grandes arquitectos internacionales, consultores globales, expertos en RRHH llevan meses devanándose sobre cómo será el trabajo en el medio y largo plazo. Y entre tanta controversia, únicamente coinciden en que los edificios de oficinas deben ser más saludables, especialmente en todo lo referido a los aspectos de calidad de aire interior.
Así pues, es hora, para el sector de oficinas, de abrir de una vez los ojos y ver de golpe la realidad. Hora, creemos, de gestionar esa certeza en la que todos los expertos ya están de acuerdo para empezar, en sus entornos, a poner freno a posibles contagios futuros. Pero también hora de entender que una adecuada calidad de aire es un elemento preventivo en general, con las consecuencias favorables que tiene sobre la salud de las personas y, por extensión, sobre la sostenibilidad, la eficiencia energética y la productividad.
Una vez asumido, y si deciden verdaderamente dar respuesta a esta necesidad, descubrirán una segunda certeza, que quienes llevamos años en este sector conocemos de sobra: que la inversión realizada, además de asumible, tiene un retorno inmediato, porque invertir en salud es invertir en el futuro de cualquier empresa. Parafraseando al estratega de campaña de Bill Clinton: ¡Es la salud primero y la economía segundo, estúpido!
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Este artículo aparece publicado en el nº 567 de CIC, págs. 16 a 17.
Este año, el evento se celebrará en el marco de Feria Hábitat València, del 30 de septiembre al 3 de octubre. Las personas interesadas en participar deberán registrar sus proyectos antes del 17 de junio.
La unidad productiva estará ubicada en Lliçà de Vall (Barcelona) y contará con dos superficies (13.000m² en planta baja y 7.000m² más en el piso superior) que permitirán triplicar la producción actual.
La selección que está disponible en su página web engloba todas las tipologías, desde viviendas unifamiliares, reforma de vivienda, obra nueva de promoción inmobiliaria, residencias de estudiantes o ‘coliving’.
En 2024 habrá un aumento de categorías con respecto a años anteriores. En total, tres de obras y un galardón especial focalizado en aspectos de sostenibilidad concretos.
La tramitación de la norma pasa ahora a las Cortes Generales para otorgarle "seguridad jurídica" y "evitar que los errores de carácter formal que sean subsanables” puedan conllevar la nulidad total de los instrumentos de ordenación territorial y urbanística.
Crédito y Caución basa sus predicciones en la agitación inmobiliaria en China y en el hecho de que los costes de los materiales y la mano de obra siguen siendo elevados en muchas economías.
La compañía cuenta con más de 800 empresas vinculadas, que representan más de 1.000 puntos de venta en total, y consta de una oferta conjunta de más de 1,3 millones de metros cuadrados de superficie total de almacenaje y atención al profesional.
Todos los sistemas puestos en marcha por esta empresa se ensayan según los requisitos del Código Técnico de la Edificación (CTE) y, para verificar su resistencia, se realizan ensayos de carga estática en el Estado Límite Último con acciones variables.
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