Ubicado en el barrio madrileño de Usera, el edificio Pirita, obra del estudio sAtt Triple Balance, aúna sostenibilidad, innovación y cohesión social. Con 11 viviendas, distribuidas en tres plantas, su construcción en madera contralaminada (CLT) certificada FSC, no solo reduce su huella de carbono, sino que actúa como un almacén de carbono estable a largo plazo, mientras que su diseño Passivhaus garantiza un consumo energético casi nulo. Sin olvidar que sus espacios comunes fomentan la convivencia y el sentido de comunidad de sus vecinos. Se trata de un modelo innovador de vivienda ecológica y colaborativa, donde la participación activa de los futuros residentes ha sido clave en cada etapa.
La lucha contra el cambio climático a través de la descarbonización es requisito indispensable de la construcción actual y del futuro. En este sentido, Pirita ha logrado un balance de carbono muy reducido, gracias a un enfoque integral que abarca desde la selección de materiales hasta la gestión energética del edificio.
La reducción de emisiones ha sido clave desde las fases previas a la construcción. Para ello, se ha llevado a cabo un Análisis del Ciclo de Vida del edificio, que estudia 21 categorías de impacto sobre el medioambiente (cambio climático, destrucción de la capa de ozono, acidificación del terreno, eutrofización de las aguas, contaminantes fotoquímicos o agotamiento de recursos abióticos…), mediante la herramienta Ecómetro ACV.
Esta valoración del impacto cubre toda la vida útil del edificio: extracción y fabricación de los materiales, transporte a obra, colocación, mantenimiento y uso durante 50 años y fin de ciclo. El estudio está enfocado tanto a valorar tanto el impacto como a contrastar la validez de las propuestas realizadas para reducirlo, ponderando el coste económico de las mismas en relación a su cuantía ambiental y priorizando la eficiencia: kg de CO2 evitados por euro invertido.
Para reducir el impacto en el medioambiente, reduciendo las emisiones de CO2, los materiales han sido determinantes. El uso de madera contralaminada CLT con certificación FSC desde cota cero ha permitido convertir la estructura en un sumidero de 400 toneladas CO2, además de reducir notablemente el peso del edificio, permitiendo cimentar con una cimentación superficial de reducido espesor.
También han tenido influencia, la utilización de un encachado de árido de hormigón reciclado, el uso de hormigones con baja huella de carbono y el uso de hormigoneras eléctricas en el transporte del mismo. Todo ello ha supuesto una reducción en torno al 50% del impacto del edificio sobre el cambio climático, minimizando su huella de carbono fósil embebida a 772,7 tn CO2eq. Esto son 354 kg CO2 eq/ m², mientras que la media para un edificio convencional de referencia en Europa es de 700 kg CO2 eq/ m².
El compromiso con la descarbonización va más allá de la fase de construcción. El edificio está completamente electrificado, evitando el uso de combustibles fósiles y alimentándose de energía 100% renovable, una parte generada in situ mediante 44 paneles fotovoltaicos, con una potencia total instalada de 16,28 kWp. Gracias a estas medidas, Pirita cuenta con el certificado CO2 Casi Nulo de Ecómetro.
La estructura está compuesta por madera contralaminada (CLT), que destaca no solo por sus cualidades sostenibles, sino también por su versatilidad y eficiencia en la construcción. La madera CLT es un material estructural compuesto por láminas de madera maciza, dispuestas en capas cruzadas que ofrecen alta resistencia y estabilidad. Prefabricada a medida, permite una construcción más rápida e ideal para paredes, forjados, cubiertas y núcleos estructurales, combinando ligereza, eficiencia térmica y estética natural.
La madera utilizada proviene de bosques gallegos gestionados de forma sostenible bajo certificación FSC, lo que garantiza no solo su origen responsable, sino también la reforestación y el mantenimiento de los ecosistemas forestales.
El uso de la madera aporta múltiples ventajas al edificio. En términos estructurales, permite una construcción más rápida y precisa, gracias a su sistema industrializado, que reduce los plazos de obra y residuos en comparación con sistemas tradicionales de hormigón. Además, su excelente comportamiento térmico ayuda a reducir las pérdidas energéticas, ya que la madera es hasta 400 veces más aislante que el acero.
A nivel medioambiental, el edificio actúa como un almacén de carbono estable durante décadas, evitando que este carbono capturado durante el crecimiento de los árboles, vuelva a liberarse a la atmósfera. Asimismo, se han utilizado otros materiales naturales como el corcho, la celulosa y la fibra de madera en aislamientos y acabados interiores.
Pirita es un referente en sostenibilidad integral, al combinar eficiencia energética y confort térmico. Construido bajo el estándar Passivhaus, asegura un consumo energético casi nulo gracias a un aislamiento térmico de alta calidad, a la hermeticidad frente al exterior y a la ausencia de puentes térmicos.
La envolvente térmica se ciñe a las viviendas, situadas en las plantas 1, 2 y 3. Diseñada con carpinterías de triple vidrio y materiales de aislamiento avanzados (SATE de EPS con grafito, XPS, algodón reciclado o lana mineral), se maximiza la retención de calor en invierno y la protección frente al sobrecalentamiento en verano. Así se logra un certificado de eficiencia energética A con una demanda significativamente inferior a la de un edificio convencional: de 4,68 kWh/ m² al año en calefacción y de 11,14 kWh/ m² al año en refrigeración.
La envolvente hermética se concibe de forma individual por vivienda. Además, para garantizar la calidad interior del aire, sin perder confort térmico, la ventilación se realiza individualmente con una unidad de ventilación mecánica controlada con recuperación de calor de alta eficiencia y filtros G4 y F7. En cuanto a los sistemas activos, la calefacción y refrigeración se resuelven con bomba de calor individuales y el ACS con aerotermia central.
Asimismo, la disposición bioclimática del edificio, con zonas de día orientadas al patio soleado y protecciones solares móviles, optimiza el aprovechamiento de la luz y la ventilación naturales.
A través de estas medidas y de la generación de energía fotovoltaica in situ, las viviendas tienen un gasto y una factura energética muy reducida, en torno a los 30 € al mes.
Además, la integración de sistemas de gestión inteligente del agua, que permite la reutilización de aguas pluviales y grises para riego e inodoros, supone un ahorro anual significativo y reduce la presión sobre los recursos hídricos.
Esta arquitectura de vanguardia incorpora dos sistemas de construcción innovadores como el BIM y el Lean. Así, la metodología BIM, aplicada a un sistema constructivo industrializado en madera, permite definir al máximo durante la fase de proyecto y optimizar el proceso de construcción. Este sistema de trabajo supone un enfoque colaborativo basado en la creación y gestión de información digital con modelos tridimensionales. Además, contiene datos adicionales sobre los elementos del edificio, como materiales, costes, tiempos de construcción o instalaciones, mejorando la eficiencia, la precisión y la calidad del diseño. La utilización de esta metodología supone una reducción estimada de tiempos de obra de 4 meses con respecto a una construcción tradicional.
Por otro lado, el sistema Lean Construction, aplicado a la planificación, logra evitar imprevistos y trabajar con todos los agentes en una misma dirección durante la ejecución de la obra. Dentro de esta filosofía, la metodología Last Planner establece que el último nivel de planificación debe ser quien tome las decisiones finales sobre la secuencia de tareas y la asignación de recursos. De esta manera, son los distintos equipos de trabajo sobre el terreno quienes tienen un papel más activo en la planificación y ejecución de las actividades, de forma colaborativa y transparente, revisando y ajustando continuamente el plan a medida que se avanza.
Desde sus primeras etapas, el proyecto ha promovido la participación activa de los futuros vecinos, integrándolos como piezas clave en el diseño y desarrollo del edificio. Cada familia tuvo la oportunidad de personalizar su vivienda, adaptándola a sus necesidades específicas: distribución de los espacios interiores, acabados y detalles.
En los espacios comunes, la colaboración fue igual de significativa. Los vecinos participaron en el diseño del local comunitario y de la amplia terraza en la azotea, decidiendo su configuración y los posibles usos, para maximizar la interacción social y el disfrute colectivo. Además, se implicaron en la creación de la identidad visual del edificio, eligiendo colores, señalética y otros elementos que reflejan los valores compartidos por la comunidad.
Más allá de los aspectos arquitectónicos, el proceso de cocreación incluyó la definición de las normas de gobernanza comunitaria. El modelo de covivienda está concebido para fomentar el cuidado mutuo, la colaboración y la creación de una comunidad activa y cohesionada.
Las 11 viviendas se complementan con una serie de espacios comunes, que son el verdadero corazón del edificio. Entre estos espacios destacan una amplia terraza ajardinada en la cubierta, un local multifuncional en la planta baja, un espacio de coworking, lavandería común y zonas de reunión al aire libre, como las corralas. Estos entornos fomentan el desarrollo de relaciones interpersonales, creando un sentido de pertenencia entre los vecinos.
Además, la comunidad se beneficia del ahorro por el uso de recursos compartidos, como una lavandería comunitaria, un huerto urbano en la azotea, la producción fotovoltaica y los sistemas de telecomunicaciones centralizados que optimizan el uso de internet y otros servicios.
FICHA TÉCNICA Nombre del proyecto: Promoción Pirita de covivienda ecológica Ubicación: C/ Pirita, 20 (Madrid) Superficie total construida: 2.393 m² Promotor: Pirita Distrito Natural Sociedad Cooperativa Madrileña Estudio Arquitectura: sAtt Triple Balance
Colaboradores Constructora: GEOH Proveedor madera: Xilonor (FINSA) Asesoría ambiental: Ecómetro Mediciones SL Asesoría eficiencia energética: Energiehaus Salud: Instituto para la Salud Geoambiental Cálculo de estructura: Miguel Ángel Rodríguez Nevado Ingeniería Instalaciones: Daniel Pascual Sánchez Ingeniería Telecomunicaciones: Francisco Suárez Fernández
Carpinterías exteriores: Blas Recio e Hijos SL Tarimas exteriores: COPADE Ventilación mecánica: Siberzone SLU Persianas alicantinas: Persiana Barcelona Ascensores: Orona |
Este artículo aparece publicado en el nº 601 de CIC, págs. 24 a 30.
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