Echar la vista atrás es un ejercicio que a veces se antoja nostálgico e innecesario, para el que pocas veces encontramos el momento adecuado. Sin embargo, mirar hacia atrás con una mirada crítica puede ayudar en gran medida a avanzar con más impulso, con la experiencia y la sabiduría que solo el tiempo y la maduración pueden dar.
Agradezco a CIC esta oportunidad que me brinda, con motivo de sus 600 números, para analizar 10 años de editoriales, en los que, desde un rincón privilegiado, el que me otorga mi trabajo como secretaria técnica y posteriormente como directora de GBCE, he ido desgranando el avance de la sostenibilidad en nuestro sector.
Durante estos 10 años hemos sido testigos de cómo un sector sumido en una profunda crisis fruto de la burbuja inmobiliaria y financiera de 2008 despertaba tímidamente. La gran mayoría de las editoriales que he escrito estaban dedicadas a hacer seguimiento de un nuevo sector de la edificación que necesariamente tiene que atender a los retos ambientales que afectan a la sociedad y en los que tiene una responsabilidad directa por su alto impacto. Me refiero al cambio climático y sus consecuencias, la escasez de recursos de un mundo finito (agua, energía, materiales), la pérdida de biodiversidad, la contaminación de nuestro medio, etc. En estos 10 años, hemos sido testigos del impulso al cambio estratégico y reglamentario de nuestro sector, impulsado desde los objetivos, políticas y recursos de la Unión Europea.
Revisando los artículos, si hay un tema que ha dominado la conversación desde este rincón de opinión, ha sido el de la renovación/rehabilitación de edificios. En estos 10 años, hemos analizado la necesidad de intervenir en nuestro parque envejecido y poco eficiente y los co-beneficios a escala país para la independencia energética, la mejora de las condiciones de vida, la lucha contra la pobreza energética y el potencial de creación de empleo y riqueza que un sector de la renovación de edificios puede traer a España.
Han pasado por estas líneas las oportunidades que surgían de la Oleada de Renovación de la Comisión Europea, de la Estrategia Nacional de Rehabilitación y sus sucesivas versiones (2014, 2017, 2020), de la llegada de los Fondos Next Generation y su programa de reformas para facilitar la renovación integral de edificios.
Hoy me pregunto si realmente hemos avanzado y la respuesta la encuentro en mi primera editorial: no avanzamos a la velocidad necesaria. Nos falta una mirada estratégica y a largo plazo, un compromiso de país que no cambie cada ciclo político y un sector profesionalizado que atraiga talento y genere confianza al ciudadano.
Sin embargo, mi espíritu positivo me impide no ver también todo lo avanzado: tenemos el conocimiento y el convencimiento de lo que una edificación más sostenible puede hacer por nuestro sector y por nuestra sociedad. Hoy el relato que hemos ido desgranando en los últimos 10 años es compartido (aunque no siempre practicado) por una gran mayoría del sector. Gracias a CIC por poner la sostenibilidad en el foco de sus tribunas, noticias y artículos. ¡Enhorabuena y a por 600 números más!
El nuevo estudio de la Plataforma por la Descarbonización del Calor y el Frío aborda soluciones seguras y sostenibles para reducir el sobrecalentamiento urbano.
UCI subraya la rehabilitación energética como una respuesta urgente y necesaria para mejorar el confort térmico y reducir el impacto del cambio climático en los hogares.
Los datos del último informe de la Asociación Europea de Bombas de Calor (EHPA) revelan el amplio margen de crecimiento que aún existe en muchos mercados, incluido el español.
Su llegada, efectiva desde el 1 de julio, refuerza el equipo directivo en una etapa clave para consolidar el crecimiento sostenible y la transformación comercial de la compañía.
La empresa ha desarrollado un sistema de climatización radiante por suelo o techo que proporciona una sensación de frescor natural y uniforme en cualquier estancia, sin corrientes de aire, sin sequedad en el ambiente y sin ruidos.
Con la adquisición, la división Home Comfort casi duplica su tamaño, superando los 25.000 empleados y los 8.000 millones de euros en ventas.
Junto a Austria, Bélgica, Bulgaria, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, el Ejecutivo defiende una propuesta con medidas comerciales en defensa del acero europeo que aseguren la continuidad de este sector.
Esta decisión ha sido adoptada de forma unánime por el pleno de consejeros del pasado 24 de julio: solicitará su nulidad ante el Tribunal Supremo.
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