Sector de la rehabilitación en España: un mercado que crece sin prisa pero sin pausa

Según el último informe del Ministerio de Fomento sobre la revisión de la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificiación en España (Eresee 2014-2017), las perspectivas de la rehabilitación de edificios en nuestro país parecen bastante halagüeñas. En este sentido, los datos generales de evolución del número de edificios y viviendas rehabilitadas y el presupuesto de ejecución material de las obras correspondiente permiten afirmar que el sector de la rehabilitación “ha experimentado un crecimiento sostenido en los tres últimos años”, superando por tercer año consecutivo a la obra nueva, tal y como se desprende de los datos ofrecidos por el propio Ministerio.

“Pero no hay que perder de vista que si la rehabilitación ocupa el primer puesto no es por efecto de haber crecido más que el resto de segmentos, sino precisamente por haber caído menos durante los años más críticos”, aseguran desde el ITeC, cuyos responsables estiman que la rehabilitación ha alcanzado el 32% de la cuota de mercado al cierre de 2016, frente al 27% de la vivienda de nueva planta. Igual de cauta se muestra Dolores Huerta, secretaria general de Green Building Council España (GBCe), quien asegura que la de la rehabilitación “es una situación agridulce; por una parte sigue creciendo, pero considero que no lo hace al ritmo que debería, y más comparándolo con el crecimiento que está experimentando el sector de la construcción en su conjunto”.

Como “protagonista de la estabilidad del sector” califica Isabel Alonso de Armas, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma (Anerr), el papel de la rehabilitación en España y pone el foco en el “futuro prometedor” que se adivina para este segmento, como evidencia el hecho de que “el último informe Euroconstruct, presentado en junio, vaticina un crecimiento del 3% de esta actividad para 2017”.

El hombro del sector

Aunque en los tres últimos años se han concedido visados para rehabilitar alrededor de 91.000 viviendas, según datos de Fomento, las buenas cifras de esta actividad en un contexto de crisis nunca hicieron de la rehabilitación una locomotora como podría parecer, sino que se ha convertido en “el hombro” en el que llorar y apoyarse durante los años más duros. “Cuando el ciclo es ascendente, el auténtico impulso proviene de la edificación de nueva planta o de la ingeniería civil. Sin embargo, cuando el ciclo se vuelve negativo y la nueva planta y la obra civil caen, la rehabilitación resiste. Por ello, más que una locomotora, la rehabilitación es una red de seguridad, un mercado que aporta estabilidad, incluso en los momentos difíciles”, aseguran desde el ITeC.

Desde Anerr enumeran tres factores que influyen en su desarrollo: “El apoyo de la Administración Pública, la situación económica y la concienciación de los ciudadanos”. Factores estos dos últimos que también considera fundamentales Dolores Huerta, de GBCe: “El apoyo de la Administración en materia de rehabilitación es más que evidente a nivel estatal, autonómico y local. Por su parte, la situación económica continúa mejorando, aunque lo hace de forma lenta, lo que permite a las familias disponer de mejor nivel adquisitivo para afrontar obras de reforma. Por último, desde hace tiempo la rehabilitación empieza a tomar conciencia en la ciudadanía, pues ya no se ve solo como una necesidad, sino como un beneficio de confort y salud, además de tener en cuenta criterios de eficiencia energética”.

Mucho que rehabilitar

Según explican a esta revista desde el ITeC, los focos de mayor demanda de rehabilitación son la rehabilitación integral de gran dimensión impulsada por promotores, la rehabilitación a escala de comunidad de vecinos y la rehabilitación a escala de vivienda. “De estos tres mercados, el que está tardando más en recuperarse es el de la rehabilitación promovida por las familias, puesto que la crisis ha hecho mella en la capacidad de gasto de los hogares, que aún siguen posponiendo la inversión en la mejora de su hogar”, aseguran.

Otro punto de vista ofrece Dolores Huerta, de GBCe, quien explica que aun a pesar de que se suelen realizar “sustituciones por mantenimiento”, entre las que cita “sustitución de ventanas, caldera, etc., todavía no existe la conciencia de realizar rehabilitaciones integrales que redunden en un mejor comportamiento energético de nuestra vivienda”. Desde Anerr, por su parte, explican que las obras que más se acometen son las de “rehabilitación de la fachada y envolvente de edificios”, especialmente desde la última actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE).

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