Actualidad y perspectivas del sector de elevación en España

2018 fue el año de la consolidación del crecimiento de los últimos ejercicios en el sector de elevación. Las nuevas tecnologías, la coyuntura económica y el desarrollo de un nuevo marco legal explican el buen momento de una industria que mira al futuro a través de la eficiencia, la digitalización y la conectividad. Asimismo, los profesionales del sector tienen buenas perspectivas y esperan seguir en la línea de evolución de los últimos años.

Durante 2018, el sector de elevación afianzó su crecimiento, apoyado en gran parte por “la reactivación de la construcción”, tal y como señala Francisco González, director general de la Federación Empresarial Española de Ascensores (Feeda). Los datos de la organización indican que en el ejercicio anterior se superó por primera vez el 1,1 millones de unidades instaladas (1.102.392). Eso hace que “España sea el país de Europa con más elevadores instalados”, valora González. Las cifras de la federación señalan que esta industria facturó 3.000 millones de euros el año pasado, lo que supuso un incremento del volumen de actividad del 4,9% en obra nueva y del 3% en postventa.

El Observatorio Sectorial DBK Informa también presenta datos positivos. Para la auditora, el volumen de negocio de la instalación, mantenimiento y reparación de ascensores intensificó su ritmo de crecimiento en 2018, contabilizando una variación del 4,7%. Tras acumular cuatro años de ascenso, se situó en 2.350 millones de euros.

La instalación mantuvo un notable dinamismo, gracias al favorable comportamiento de la actividad de edificación, tanto en el ámbito residencial como en el no residencial. Así, experimentó un aumento del 8,8%, (495 millones de euros). El mantenimiento y reparación, por su parte, alcanzó los 1.855 millones de euros, con una subida del 3,6%.

En 2018 se superó por primera vez el 1,1 millones de ascensores instalados en España, de los que casi 15.000 fueron nuevos, según los últimos datos sectoriales disponibles

Desde la Federación Española de Pymes Ascensoristas (Fepyma) opinan que el sector de las pymes ascensoristas “se ha ajustado muy bien” a la nueva situación económica, centrándose en la adaptación de los edificios a personas con discapacidad. Sin embargo, este organismo está alarmado porque “el mercado de reforma de ascensores sigue sin activarse”, algo preocupante porque más del 50% del parque de ascensores cuenta con una antigüedad de más de veinte años.

Las empresas tienen una visión similar a lo apuntado por las diferentes federaciones o consultoras. Desde Schindler afirman que la industria del transporte vertical “sigue subiendo y recuperándose de la crisis”. Mismo punto de vista tiene Darío Vicario, CEO del Grupo Thyssenkrupp para Iberia y África, el cual añade que “el sector está en constante crecimiento”. Además, Vicario asevera que “los avances en digitalización han permitido adaptarnos a las necesidades de una población cada vez más numerosa”.

Igualmente, en Orona argumentan que “el marco económico mundial ha continuado por la senda de la recuperación económica, siendo latente en España, permitiendo recobrar el optimismo en el mercado de elevación a pesar de la incertidumbre comercial derivada del contexto geopolítico global”.

Para los responsables de Zardoya Otis, esta industria “ha sufrido en los últimos años un gran contraste en cuanto a volumen de operaciones”, pero desde la entidad matizan que “a partir de 2014, la actividad ha iniciado un suave crecimiento, y en la actualidad hay más de 30.000 edificios de obra nueva (casi el doble que hace cinco años) y cerca de 40.000 de ampliación y reforma (un 30% más que en 2014)”.

Por su parte, desde Kone explican que a raíz de la crisis de pasados ejercicios este mercado se ha “comoditizado”.

Razones para un momento óptimo

Detrás de los buenas cifras de 2018 se encuentran varios factores. Para Francisco González de Feeda, la razón principal que explica el momento actual es “el número de ascensores instalados”. González informa que el año pasado se instalaron 14.897 ascensores nuevos en nuestro país, un 1,37% más que en 2017. Respecto a las escalares mecánicas y pasillos rodantes, desde Feeda señalan que el número de unidades alcanzó en el ejercicio anterior las 15.120 (+0,4%) y se instalaron 292 unidades nuevas (+9,3%).

Si se busca una explicación más subjetiva, Fepyma resalta dos causas para entender la evolución del sector: el factor tecnológico en torno “al mantenimiento predictivo”, y la normativa legal que “va a cambiar la forma de desarrollo de la actividad de mantenimiento para incrementar la seguridad industrial”.

La conectividad y la accesibilidad universal serán fundamentales en las ciudades inteligentes y el sector de elevación resultará esencial para alcanzar esos objetivos

Otros argumentos para comprender el desarrollo de esta industria los ofrece Darío Vicario, de Thyssenkrupp. El directivo destaca “la recuperación económica y el impulso de administraciones y del resto de la sociedad para la accesibilidad en los edificios”.

En Kone también aluden a las nuevas tecnologías para interpretar la situación de la industria. Desde la empresa resaltan que debido a los problemas medioambientales “se ha puesto el foco en la creación de ascensores más eficientes, accesibles y seguros”.

La rehabilitación, factor fundamental para el sector

Para el buen funcionamiento de este mercado resultan importantes las ayudas y subvenciones puestas en marcha por las administraciones públicas con el fin de incentivar la instalación de ascensores o la renovación de los mismos en edificios ya existentes. Francisco González, de Feeda, se alegra de que los organismos públicos estén “colaborando con medidas económicas y leyes nuevas para conseguir el objetivo de rehabilitación y accesibilidad. Así, programas de incentivos y subvenciones son más frecuentes en comunidades autónomas y ayuntamientos”.

En cambio, desde Fepyma opinan lo contrario, ya que esgrimen que “con la crisis se frenó el apoyo de las administraciones públicas y las iniciativas locales que surgen son muy limitadas, casi testimoniales”. Para la Federación son las propias empresas, junto con las entidades financieras, las que “facilitan la instalación de ascensores mediante fórmulas generosas, pero aun así no es suficiente”.

En el punto medio, se encuentra el Gremio Empresarial de Ascensores de Cataluña (Gedac). Juan Carlos Fernández, asesor técnico de la organización, afirma que “la rehabilitación continúa siendo el factor compensatorio de la falta de negocio de la obra nueva”. Se cifra en 1,2 millones los edificios carentes de ascensor, lejos de los principios de accesibilidad universal. A pesar de ello, el gremio indica que “las administraciones han sido receptivas, en algunos casos obligadas por la ley, y han publicitado ayudas a la mejora de edificios en aras de la accesibilidad y, por ende, de la instalación de ascensores”, pero estas subvenciones “están en claro descenso”, ya que los organismos públicos apuestan por “ayudas a las comunidades de propietarios mediante financiamiento”.

Desde el punto de vista empresarial comparten, en gran medida, las opiniones vertidas por las diferentes asociaciones. Eso sí, los responsables de Schindler explican que “la rehabilitación de edificios fue el sustento del mercado inmobiliario durante la peor época de la crisis”, pero ahora con la recuperación “la rehabilitación no se ha convertido en alternativa, sino que comparte protagonismo con la obra nueva”.

Esto se debe a que el 55% de los hogares en España tiene más de 40 años, de ese porcentaje un 38% se construyeron entre 1956 y 1979. Eso “requiere reformas debido a la antigüedad de los inmuebles”, comentan en Schindler, donde manifiestan que “las administraciones públicas han centrado sus esfuerzos en revitalizar los centros urbanos, recuperando un parque edificatorio envejecido, pero con unos valores arquitectónicos y sociales indispensables”, con el paso de los años se demuestra que este modelo “es eficiente y compatible con la obra nueva”.

Para Darío Vicario, de Thyssenkrupp, la rehabilitación “es algo necesario”. A su parecer, esta tendencia está creciendo por “el apoyo de los organismos públicos, que responde al alza en el precio de la vivienda”. Esto permite renovar “edificios menos sostenibles e incluir nuevos materiales para apoyar un uso más eficiente de los equipos”, aclara.

Similar parecer comparten desde Kone sobre la importancia de la recuperación de viviendas. De hecho colaboran con el plan de ayudas de la Comunidad de Madrid y de otras regiones que van dirigidos a ofrecer subvenciones. Igualmente, en Orona piensan que este aspecto “tendrá más importancia en los próximos años” y desde Zardoya Otis entienden que las ayudas de las administraciones tienen que “ser mayores”.

La eficiencia como clara apuesta

Uno de los caminos que el sector recorre es el de la eficiencia y el ahorro energético. Sin duda “es una de las apuestas” de la industria, tal y como afirma Francisco González, de Feeda. González da ejemplos como la instalación de iluminación led en la cabina, utilización de unidades tractoras de bajo consumo o sistemas de regeneración energética, que van en línea con el camino de la sostenibilidad. Asimismo, señala que “los fabricantes están comprometidos con la economía circular”.

En el lado contrario, se posicionan desde Fepyma en este último aspecto. En la federación consideran que “la asignatura pendiente es la introducción de mecanismos de economía circular en nuestro mercado. Los cambios normativos para incrementar los niveles de seguridad han desplazado este tema”.

El asunto de la eficiencia es algo muy presente entre los fabricantes de este sector, que cuentan con soluciones para hacer del mundo un lugar más sostenible. Schindler invierte en tecnología e investigación para proponer opciones inteligentes de control de energía, grupos tractores más compactos, tecnología led, etc. Además, la empresa ha lanzado el sistema Schindler Port, que permite una movilidad más sostenible, ya que optimiza el número de viajes y cabinas en uso. También, la compañía propone el novedoso Energy Control Option o ECO, el cual permite que el tiempo promedio de espera aceptable sea definido para cada edificio.

Darío Vicario, de Thyssenkrupp, ve la eficiencia como algo “prioritario”. El CEO indica que “trabajamos con ascensores capaces de generar energía con un sistema de frenado y que pueden alimentar el sistema de iluminación del edificio. Igualmente, ofrecemos ascensores de energía neta cero, capaces de entrar en modo reposo para reducir su consumo”.

El desarrollo de ascensores de alta eficiencia energética, confortables, silenciosos y fiables es una de las apuestas en los últimos años de Zardoya Otis. El Gen2, combinado la tecnología Switch y drivers regenerativos, logra ahorros energéticos del 70%, además la compañía ha creado un ascensor solar, capaz de funcionar sin conexión a la red eléctrica.

En relación al ahorro energético, en Orona han creado el Orona Ideo, un proyecto europeo que aúna en un mismo entorno a todos los agentes implicados en la red de innovación de la empresa, propiciando un mayor intercambio de ideas para que finalmente se transformen en resultados. Fruto de ello, los nuevos ascensores de la compañía consumen un 75% menos que hace diez años.

El futuro es digital y conectado

Al preguntar a los profesionales por las tendencias, la tecnología, la normativa legal, la seguridad y la lucha por el medio ambiente sobresalen como las líneas actuales y futuras de esta industria. En consonancia con ello, Francisco González, de Feeda, apunta que “el sector está trabajando en la predicción de las averías”, hecho corroborado por la empresa Schindler. Además de las tendencias mencionadas anteriormente, desde Fepyma sugieren “las sociales” que priorizan soluciones de empresas locales frente a grandes corporaciones.

Por su parte, Juan Carlos Fernández, de Gedac, señala que el sector mira también a otros aspectos como “la sostenibilidad, la conectividad, donde ya se contempla la posibilidad del 6G a medio plazo, la digitalización y la innovación tecnológica”. Para la implementación de estas medidas ya se están estudiando un amplio paquete de “nuevas normas internacionales que harán frente a la cuarta revolución industrial y donde aspectos como los indicados de conectividad y digitalización se unirán otros como ciberseguridad, Internet de las Cosas (IoT), big data, robótica y la inteligencia artificial”, aclaran desde Gedac.

Igualmente, el tema de la conectividad es apuntado por Schindler con el objetivo de “mejorar la agilidad, principalmente en relación al servicio ofrecido a los clientes, convirtiéndolo en más transparente y completo”. En la compañía aseguran que la adaptación a esta tendencia ha sido rápida, ya que “se han realizado importantes inversiones para digitalizar la información y actividad para interactuar más con el usuario, así como ofrecer facilidades para su movilidad”. Ejemplo de ello es la aplicación Schindler Dashboard, que a través de conexión directa se puede conocer el estado de un ascensor en tiempo real.

Un futuro digital es lo que ve Darío Vicario, de Thyssenkrupp. El CEO para Iberia y África expresa que su compañía “avanza hacia la automatización y los entornos virtuales”. Para explicar este proceso, Vicario ofrece los ejemplos de sus “ascensores synergy evolution, personalizables para cualquier edificio y segmento, proyectos como el de los robots autónomos de reparto o su Sistema de Control Remoto, con el que una persona puede manejar una pasarela de embarque para aviones a más de 2.000 kilómetros de distancia”.

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