Entrevista a Krean Group (Fernando de la Maza y Diego Rodríguez)

(Entrevista realizada en relación al proyecto Escuela de Música de Mondragón)

Krean Group ha llevado a cabo una rehabilitación transformadora, preservando la identidad urbana y la esencia histórica de un edificio icónico. En esta charla exploramos las estrategias implementadas para mantener la integridad del proyecto arquitectónico original mientras se adaptaban a los nuevos requerimientos del programa. Desde la conservación de los rasgos singulares hasta la redefinición de los espacios urbanos circundantes, este proyecto ejemplifica la innovación en la rehabilitación y su impacto en la comunidad local.

¿Recibió el estudio alguna pauta o libertad total a la hora de acometer el encargo?

El encargo fue consecuencia de un concurso público celebrado en el año 2016 en el que resultamos ganadores. El concurso definía el nuevo programa de necesidades y expresaba la necesidad de conservar los muros originales del proyecto. Sin embargo, se proponía llevar a cabo una ampliación del edificio de ‘Aprendices’ ocupando la plaza actual de acceso, de manera que se pudiera responder a la superficie total de los nuevos requerimientos. Nuestra propuesta proponía una alternativa al respecto, manteniendo los límites definidos por los muros originales y creciendo en altura, y reconfigurando a su vez el espacio público adyacente.

¿Cómo han logrado adaptar el edificio a los nuevos requerimientos del programa sin perder los rasgos esenciales del proyecto arquitectónico original que le otorgan una identidad única?

Fue un trabajo de cirugía, por decirlo de alguna manera, que evidentemente conlleva alguna cicatriz en el proceso. Además de las necesidades acústicas intrínsecas a una escuela de música, las necesidades espaciales eran muy diversas. El edificio contiene desde salas de formación para 2 o 3 personas, a una sala de ensayo para orquesta, una sala para un coro de 80 personas, un aula de danza y un auditorio. Este último está provisto de unas filas de butacas retractiles, que permiten además llevar a cabo ensayos conjuntos de la orquesta y el coro. 

¿Qué estrategias han implementado para mantener la identidad del edificio en el paisaje urbano mientras realizaban las modificaciones necesarias?

El edificio de ‘Aprendices’ contiene unos ciertos rasgos, como puede ser la singularidad de sus huecos y su ritmo, las proporciones y rotundidad del paralelepípedo…, como consecuencia de las distintas capas que se han ido añadiendo a lo largo del tiempo. El objetivo para nosotros era añadir una nueva capa (quizá la que haya supuesto un mayor cambio) preservando aquellos rasgos singulares que hacen que continúe siendo el edificio de ‘Aprendices’, desde cualquier punto de vista del entorno.

¿Qué ha sido lo más complicado de trabajar sobre un edificio histórico existente?

Cuando comenzamos el proyecto, el edificio presentaba problemas estructurales que habían forzado su abandono en 2007. Por esta razón, el acceso al interior estaba muy restringido, y tanto el levantamiento topográfico interior o como el estudio sobre el estado y la naturaleza del muro, no fueron viables en un principio. Así pues, tuvimos que desarrollar el proyecto sobre la hipótesis más desfavorable posible, e ir adaptándolo a medida que el edifico nos iba desvelando más información. 

¿Cuál es el impacto esperado de la transformación del edificio en la relación entre este y el río, así como en la generación de nuevos espacios urbanos?

Tradicionalmente, en muchas de las áreas industriales, el río ha sido el desagüe directo de los restos de la actividad industrial. El edificio contiguo a ‘Aprendices’ denominado ‘El edificio del Reloj’ del arquitecto Luis Astiazarán, se sitúa directamente sobre el cauce del río Deba, de la misma manera que lo hacia el edificio contiguo a ‘Aprendices’. Es decir, los propios cauces del río eran ocupados por la edificación. 

El edificio original de ‘Aprendices’, situado cerca del cauce, de la misma manera daba la espalda al propio río, considerando residual el espacio situado entre ambos. El nuevo proyecto del edificio se abre hacia el río y la ciudad situada al norte, y dota de un nuevo significado a este espacio exterior vinculado a la actividad de la escuela.

De la misma manera, el espacio público situado al sur, no era más que un espacio residual entre una zona de tránsito y el límite de la edificación. La decisión de trasladar el acceso principal a la fachada sur, posibilitó reconfigurar ese espacio urbano a través de un nuevo flujo y dotarlo de un nuevo significado. 

Además de conservar el patrimonio histórico, ¿qué otros beneficios aporta la rehabilitación frente a una nueva construcción?

En primer lugar, entendemos que hay diversas maneras de enfrentarse a lo construido, y que las estrategias de la “rehabilitación” pueden ser, a su vez, diversas. La rehabilitación, como comentas, puede tener beneficios sociales, culturales, económicos y de eficiencia en el uso de los recursos frente a una nueva construcción, pero no necesariamente. En este caso, nos interesaba especialmente la consideración del espacio como recurso. La rehabilitación nos ha permitido seguir moldeando un espacio urbano que mediante una nueva construcción no hubiese sido posible.

No solo es importante la calidad arquitectónica, también lo es la sostenibilidad. ¿Qué se ha planteado en este edificio para reducir la demanda energética, la huella de carbono...?

Creemos que ambos conceptos que planteas pueden y deben ir de la mano. El edificio cuenta con un sistema de aislamiento térmico exterior a lo largo de toda la fachada que recubre de manera continua toda la envolvente, además de otra capa de aislamiento térmico por el interior, lo que reduce notablemente la demanda.

Por otro lado, se ha instalado un sistema de geotermia que permite intercambiar energía con el terreno, e incrementar sustancialmente la eficiencia en la producción de frío y calor.

El proyecto ha sido acogido al Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos (PIRED), en el marco del Plan para la Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea – Next Generation EU.
 

¿Cuál ha sido la inspiración detrás del diseño de la nueva planta tercera con vidrio como material protagonista?

Realmente se trata de una estrategia sobre la que se ha trabajado con frecuencia y de la que podemos encontrar numerosos ejemplos. Quizá el más directo, salvando las distancias, pueda ser la intervención que Herzog y de Meuron hicieron para la Tate Modern de Londres. Creemos que proyectos como el Archivo y Biblioteca Regional de Madrid de Mansilla y Tuñón o el Museo Kirchner de Gigon y Guyer siempre también estuvieron presentes de alguna manera durante el proceso, aunque por distintas razones.
 

¿Cómo se relaciona el nuevo acceso principal desde la fachada sur con la redefinición del espacio urbano circundante y qué beneficios aporta a la comunidad local?

El traslado del acceso implica un cambio de los flujos a nivel urbano. Como ya hemos comentado, el espacio urbano al sur del edificio tenía un carácter prácticamente residual, sin uso ni tránsito. La necesidad de franquearlo para acceder a la Escuela de Música, supuso una oportunidad para crear un espacio intermedio, entre la escuela y la trama urbana, donde reunirse antes y después de las actuaciones, esperar a los alumnos (en su mayoría en edad escolar), demorarse tras las clases, encontrarse, buscar una sombra… En definitiva, un espacio exterior de interrelación vinculado a la actividad de la Escuela y la programación del Auditorio.
 

¿Qué consideraciones han tenido en cuenta al diseñar el auditorio, la única pieza que irrumpe en el exterior, en términos de composición y materialidad de la fachada original?

Entendemos el auditorio como el espacio donde culmina el trabajo de un musico y la obra adquiere su sentido en la comunión entre el intérprete y la audiencia. En este caso es además un espacio de ensayo donde el alumno o el músico puede prepararse ante actuaciones fuera de la escuela. Pero no deja de ser un espacio con una gran carga simbólica.

Se trata de una pieza diseñada en madera y en color negro, en la que unas costillas en forma de ‘U’ invertida, con distintas inclinaciones regulan las condiciones acústicas de la sala y dirigen el foco hacia la escena. El cerramiento inclinado del auditorio, acabado al exterior en paneles de madera (como el resto de los huecos en plata baja), nos dirige hacia la entrada y se alinea con el despiece del pavimento de la plaza. Es en este tramo de la fachada donde el muro original desaparece para permitir la presencia de la envolvente del auditorio.

¿Cómo valoran este proyecto dentro de su trayectoria profesional? ¿Les ha “revelado” algo nuevo?

Sin duda. Krean es una organización relativamente amplia con más de trescientos profesionales de diversas disciplinas y que lleva a cabo proyectos de muy distinta índole. Es evidente que cada proyecto es distinto a los demás, pero este proyecto cuenta con todos los ingredientes para generar una motivación extra: el trabajar sobre lo construido, el patrimonio, la pátina del tiempo, la ciudad y lo urbano, el paisaje, la música…; y nos ha exigido enfrentarnos a la arquitectura en un sentido muy amplio. No creemos que vaya a ser fácil volver a encontrarse con un proyecto de estas características.

Esta entrevista aparece publicada en el nº 592 de CIC, págs. 38 y 39.