El Grupo Social Once, a través de Fundación Once, ha permitido que la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno sea accesible. En concreto, ha llevado a cabo distintas actuaciones para eliminar las posibles barreras en las infraestructuras y servicios de este encuentro de jefes de Estado y de Gobierno que se ha celebrado esta semana en Andorra.
Para ello se ha actuado en espacios físicos y virtuales. El mostrador de acreditaciones, por ejemplo, cuenta con dos alturas, una de ellas pensada para atender a personas en silla de ruedas. También se han instalado bucles magnéticos, dispositivos que permiten a las personas con discapacidad auditiva aislar ruidos y entender mejor a las personas con las que conversan.
Según explican desde el Departamento de Accesibilidad de Fundación Once, desde esta entidad se ha llevado a cabo la instalación de bandas podotáctiles para guiado dentro del Centro de Convenciones. Igualmente, se ha instalado un plano del recinto con información en relieve y Braille en castellano, francés y catalán.
Además, se ha distribuido el documento ‘11 Claves para una desescalada accesible’ que incluye un cartel para descarga del documento en formato PDF accesible. Otras actuaciones tienen que ver con la adecuación de la tarima de acceso en el hotel mediante la construcción de plano inclinado para permitir el acceso lateral a la misma y las tareas de consultoría para hacer la web del congreso accesible.
Consiste en una red creada para fomentar el conocimiento sobre circularidad y sostenibilidad en la arquitectura y la construcción.
Se trata de la primera comunidad de empresas, entidades y profesionales que une a toda la cadena de valor de la construcción en madera en nuestro país.
Esta cita ha destacado por abrir las puertas a una nueva época en la que la internacionalización, la apuesta por el sector de la prescripción y el desarrollo de la madera como material para la arquitectura y construcción van a marcar el futuro del certamen.
Este movimiento forma parte del cambio de identidad de la compañía, que evoluciona de Cementos Molins a Molins y así lo hacen también todos sus negocios.
La marca utiliza materia prima reciclada en sus procesos de fabricación, diariamente depura cierta cantidad del agua para reutilizarla y, además, el 100% de la energía eléctrica que se consume en su fábrica de Santander proviene de fuentes renovables.
La Fundación Laboral de la Construcción organizó una jornada online sobre la prevención frente al cambio climático en las obras.
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