La llegada de una ola de frío, con temperaturas previstas de hasta -15 ºC, aumenta el riesgo de que las canalizaciones de agua fría de los edificios residenciales y viviendas unifamiliares se congele. Un riesgo que es mayor a medida que la temperatura es inferior y que, si no se ha podido evitar, plantea una serie de problemas.
Según la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia), son dos los principales inconvenientes que la vivienda puede sufrir: “Por una parte, se interrumpe el caudal de agua de entrada, con lo que dejamos de disponer de suministro de agua”, explica Tomás Gómez, responsable del Departamento Técnico de Agremia.
“Por otro lado, y esto posiblemente no sea tan obvio, dejamos de disponer de la presión necesaria para la circulación de agua por las tuberías interiores de nuestras viviendas, con lo que la circulación se interrumpiría. Aunque tengamos un acumulador de agua caliente de 500 litros, no podríamos hacer uso de él al no disponer de la presión necesaria para la circulación. No podríamos ducharnos, ni hacer uso del servicio de agua caliente sanitaria”, señala.
Desde Agremia apuntan que aun cuando los edificios dispongan de un grupo de presión, el sistema no funcionaría al no disponer de aporte de agua. “De ahí que sea primordial la necesidad de asegurar que la circulación de agua no se interrumpa”, dicen.
En tuberías enterradas a una profundidad igual o mayor de 50 cm sobre la cota cero del terreno, los riesgos de congelación son prácticamente despreciables, dado que la tierra produce un efecto aislante sobre la tubería. “Sin embargo-aclara Gómez- las zonas de las tuberías más próximas al ambiente (tuberías enterradas a muy poca profundidad, o de entrada y salida del contador, etc.), están más expuestas a la congelación”.
Recomendaciones urgentes
Dejando a un lado aquellos problemas que tienen que ver con un diseño incorrecto de las canalizaciones, que lógicamente no pueden corregirse sin una modificación de la instalación, Agremia indica algunas recomendaciones de urgencia:
1.- Aislar las canalizaciones vistas en aquellos puntos donde puedan estar sometidas a temperatura por debajo de 0 ºC (por ejemplo, dentro del armario del contador general), incluso utilizando cualquier producto doméstico aislante y flexible (restos de mantas, paños, sacos, etc.), si no se dispone de elementos diseñados expresamente y que son más eficaces (carcasas aislantes, fibra de vidrio, lana de roca, etc.). Lo importante al colocar estos elementos es evitar los pasos de aire hacia las tuberías y elementos que contienen el agua.
2.- Abrir periódicamente los grifos, de forma que se garantice cierta circulación de agua. Al reponer agua de la red, que está a una temperatura mayor, vamos a evitar la congelación de las tuberías.
3.- Almacenar agua. Siempre que las previsiones meteorológicas anuncien temperaturas muy bajas, es aconsejable disponer en la vivienda de una cantidad mínima de agua almacenada, al menos para garantizar el agua de consumo y preparación de comidas.
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