Se estima que el 50% de las viviendas en España fueron construidas antes de la primera normativa española de condiciones térmicas de los edificios (NBE-CT-79), que establecía la necesidad de incorporar materiales aislantes en los cerramientos de los edificios según la zona climática. En estos momentos, la rehabilitación de edificios en España se está viendo como una alternativa imprescindible para la reactivación del sector y para disminuir los casos de pobreza energética. Sin embargo, las dificultades económicas y sociales de financiación de la rehabilitación, más allá de las dificultades técnicas, conlleva invertir allí donde sea más necesario y cuantificar las mejoras que se pueden obtener. Esto implica estudiar exhaustivamente la situación real de los edificios y sus posibilidades de intervención para conocer dónde, cómo y cuánto hay que invertir en la rehabilitación.
La rehabilitación energética y la regeneración de barrios y edificios antiguos se está impulsando desde diversas normativas, como las Directivas Europeas de Eficiencia Energética (2010/31 y 2012/27) y el Código Técnico de la Edificación (CTE). Su objetivo es disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera y mejorar la eficiencia energética de los edificios, teniendo en cuenta las condiciones climáticas, así como los requisitos ambientales interiores y la relación coste-eficacia. Por otra parte, el reciente texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana tiene como objeto garantizar no solo la igualdad de los derechos y deberes constitucionales relacionados con el suelo sino también garantizar “un desarrollo sostenible, competitivo y eficiente del medio urbano mediante el impulso y el fomento de las actuaciones que conducen a la rehabilitación de los edificios y a la regeneración y renovación de los tejidos urbanos existentes”.
Si estos nuevos objetivos de la edificación son importantes para la nueva construcción, para los edificios existentes resultan imprescindibles. En especial en las viviendas construidas en los periodos de expansión de las ciudades, entre 1940 a 1980, donde los movimientos migratorios de la época y la escasez de viviendas hicieron que, ante la necesidad de aumentar el parque inmobiliario, primasen los criterios de cantidad y rapidez de ejecución sobre los de calidad. Este parque de viviendas envejecido fue construido antes de la primera normativa española de condiciones térmicas de los Edificios (NBE-CT-79), que establecía la necesidad de incorporar materiales aislantes en los cerramientos de los edificios según la zona climática. Se estima que el 50% de las viviendas en España fueron construidas antes de dicha normativa. La falta de aislamiento térmico, las deficiencias de las ventanas, los puentes térmicos y las infiltraciones de aire son algunos de los problemas más usuales que presentan las fachadas de estos edificios.
La rehabilitación de estos conjuntos urbanos se muestra como uno de los pilares de actividad del sector en los próximos años. Sin embargo, las dificultades económicas y sociales de financiación de la rehabilitación, más allá de las dificultades técnicas, conllevan invertir allí donde sea más necesario y cuantificar las mejoras que se pueden obtener. Esto implica estudiar exhaustivamente la situación real de los edificios y sus posibilidades de intervención para conocer dónde, cómo y cuánto hay que invertir en la rehabilitación.
La mejora de la eficiencia energética de la edificación existente implica, en primer lugar, limitar la demanda energética actuando sobre la envolvente térmica del edificio, que de acuerdo al documento CTE-HE-1, está compuesta por todos los cerramientos que delimitan los espacios habitables con el aire exterior, el terreno u otro edificio, y por todas las particiones interiores que delimitan los espacios habitables con espacios no habitables en contacto con el ambiente exterior. En segundo lugar, se debe actuar sobre los sistemas de calefacción y refrigeración para mejorar su eficiencia y rendimiento. Sin embargo, sobre los mismos se puede “decidir” el consumo que se realiza (ya sea a nivel de usuario o de edificio), mientras que la incidencia del usuario en la envolvente del edificio (fachadas, cubiertas…) es más limitada. Por lo tanto, lo primero es poner “un buen abrigo”, ya que cada usuario puede decidir el encender o apagar un sistema de calefacción según sus necesidades y situación económica.
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Este año, el evento se celebrará en el marco de Feria Hábitat València, del 30 de septiembre al 3 de octubre. Las personas interesadas en participar deberán registrar sus proyectos antes del 17 de junio.
La unidad productiva estará ubicada en Lliçà de Vall (Barcelona) y contará con dos superficies (13.000m² en planta baja y 7.000m² más en el piso superior) que permitirán triplicar la producción actual.
La selección que está disponible en su página web engloba todas las tipologías, desde viviendas unifamiliares, reforma de vivienda, obra nueva de promoción inmobiliaria, residencias de estudiantes o ‘coliving’.
En 2024 habrá un aumento de categorías con respecto a años anteriores. En total, tres de obras y un galardón especial focalizado en aspectos de sostenibilidad concretos.
La tramitación de la norma pasa ahora a las Cortes Generales para otorgarle "seguridad jurídica" y "evitar que los errores de carácter formal que sean subsanables” puedan conllevar la nulidad total de los instrumentos de ordenación territorial y urbanística.
Crédito y Caución basa sus predicciones en la agitación inmobiliaria en China y en el hecho de que los costes de los materiales y la mano de obra siguen siendo elevados en muchas economías.
La compañía cuenta con más de 800 empresas vinculadas, que representan más de 1.000 puntos de venta en total, y consta de una oferta conjunta de más de 1,3 millones de metros cuadrados de superficie total de almacenaje y atención al profesional.
Todos los sistemas puestos en marcha por esta empresa se ensayan según los requisitos del Código Técnico de la Edificación (CTE) y, para verificar su resistencia, se realizan ensayos de carga estática en el Estado Límite Último con acciones variables.
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