El IBV apuesta por la seguridad en las piscinas para prevenir accidentes

CIC Arquitectura Digital.- Piscinas con esquinas y zonas de visión muerta que no están diseñadas pensando en la prevención de accidentes, escaleras insuficientes o de dimensiones que no cumplen la normativa y pavimentos que resbalan son algunos de los peligros que señalan desde el Instituto de Biomecánica (IBV) en relación con este tipo de instalaciones deportivas. Por su parte, el IBV lleva años trabajando en mejorar aspectos relacionados con la prevención y la seguridad de las instalaciones deportivas, desde el diseño hasta la gestión y mantenimiento de las mismas.

A pesar de la existencia de una legislación y una abundante normativa técnica, “no se consiguen evitar los accidentes que suceden, especialmente durante el verano, en las instalaciones acuáticas, tanto piscinas de natación como de chapoteo o zonas de juegos acuáticos y ocio”, explican desde el IBV. Las causas de la mayoría de estos accidentes son, según fuentes del instituto, “un diseño o mantenimiento inadecuados de las instalaciones, que se traduce en resbalones o golpes con elementos mal fijados o deteriorados”.

El pavimento que bordea las piscinas es un elemento fundamental al hablar de resbalones y riesgos de caída. Por ello, desde el IBV recomiendan que la superficie de las playas sea plana, sin que se formen charcos, y con pendiente de al menos un 2% en dirección perpendicular y opuesta al vaso hacia la canaleta de recogida de agua. El pavimento de las playas debe ser impermeable e imputrescible, resistente a los agentes químicos de depuración del agua, que impida la proliferación de microorganismos y antideslizante en estado húmedo de forma que impida los resbalones. Su rugosidad no será molesta ni herirá las plantas de los pies descalzos y tendrá que permitir una limpieza correcta y evitar la formación de charcos.

Las rejillas también pueden causar accidentes por una mala colocación o rotura. Hay que comprobar que están bien colocadas, que no sobresalen del plano del pavimento y que no están deformadas para evitar cortes o tropiezos.

Desde el Instituto de Biomecánica se recomienda prestar atención a las rejillas, comprobando que están bien colocadas, que no sobresalen del plano del pavimento y que no están deformadas para evitar cortes o tropiezos; y a las escaleras de acceso a las piscinas, otro foco de problemas. Según las medidas de seguridad generales, los accesos al vaso de la piscina por escaleras verticales se deben colocar en las esquinas de los lados laterales (si la piscina es rectangular) o al menos una cada 15 m (piscinas irregulares).